Uno de los reclamos de los trabajadores para la paritaria parece encontrar la primera traba en las declaraciones del gobernador.
Los primeros condicionantes pensando en un conflictivo inicio de clases que impone la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) es que, más allá de los porcentajes previstos para este año, se reconozcan las pérdidas de poder adquisitivo sucesivas, que datan de 2015 y 2016.
Ayer, un acto del gobernador Juan Schiaretti fue acompañado en Río Cuarto por una manifestación de docentes que reclaman que, en las paritarias prontas a abrirse, se tengan en cuenta estos montos. Sin embargo, el máximo mandatario pareció enviar un mensaje en contrario.
“Al acta yo no la firmé. Esto lo indica el sentido común, lo otro es ir en contra. No se puede negociar algo por fuera” disparó Schiaretti, al ser consultado.
El desconocimiento del dirigente parece apuntar a que, al momento de firmarse, corría la gestión de José Manuel De la Sota. La parte no cumplida por parte de la provincia de aquella acta, apunta a acuerdos vinculados a la liquidación anual del ítem material didáctico, donde los trabajadores habían conseguido importantes mejoras.
Sobre la negociación, el gobernador puntualizó que será “más razonable que en cualquier otro año”, ya que “los aumentos estarán atados a la inflación”, aunque admitiendo que “siempre y cuando la recaudación (del gobierno) lo permita”. Y agregó: “Por eso considero ocioso hablar de porcentaje. La idea es que los trabajadores públicos no pierdan poder adquisitivo”.
El arreglo de 2016, con el desconocimiento oficial de que la inflación superó el porcentaje previsto y era necesario renegociar, será otra historia. Aunque ésta última lleva la firma del máximo dirigente cordobés.
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