Vecinos de calle Santa Fe al 1100 de barrio La Cuesta en Villa Carlos Paz piden al municipio que instale reductores de velocidad en dicha arteria.
“Desde el pasado año en que se reconvirtió el sentido de las calles en el barrio La Cuesta, Santa Fe pasó a tener doble mano con el consiguiente aumento del caudal vehicular sobre todo en la temporada estival. Como los automovilistas creen, en su mayoría, que manejan autos de carrera, nuestra arteria se convirtió en zona de riesgo para el peatón”, advirtió Raúl Traverso. Y contó que, “levantamos firmas de todos los vecinos de Santa Fe al 1100 solicitando reductores de velocidad tal como se hizo en la calle Irigoyen, de mucho menos afluencia de coches que la nuestra”.
“Mantuve dos conversaciones telefónicas con Salvador Insigna, la última de las cuales me vi obligado a interrumpir porque no se puede hablar con una persona obtusa e ignorante. Este jefe de la cartelería de la municipalidad cree que vivimos en Suiza ya que puso dos carteles indicativos de velocidad (30) y cualquiera sabe que nadie acata esa sugerencia”, aseguró.
El vecino, en una nota enviada a La Jornada con el objetivo de “hacer público nuestro reclamo que es justo y necesario”, planteó que, “cuando la calle Sáenz Peña tenía, como ahora nosotros, doble mano, le construyeron varias lomadas para evitar los excesos, o sea que los encargados de la reglamentación vehicular nos están dando la razón con ese antecedente”.
“Elevamos dos solicitudes con la firma de los vecinos, la última con fotos donde también solicitamos que pongan números a la nomenclatura de las calles de La Cuesta y que la empresa La Gota no estacione más los camiones de reparto sobre la vereda de la calle Resistencia que obliga al peatón a bajar a la calle (de doble estacionamiento) con el riesgo que eso implica. Las solicitudes fueron entregadas en Mesa de Entradas, la primera y la segunda en manos de la secretaria del intendente. Pero nadie nos contestó nunca. Le escribí por Facebook repetidas veces al señor Avilés y nada. Tengo 80 años y nunca vi semejante desatención hacia los ciudadanos de una ciudad que pagan con esfuerzo los impuestos para que las autoridades respectivas los cuiden y respeten”, finalizó.
Nota correspondiente a la edición n° 532 del semanario La Jornada, del 17 de setiembre de 2018.
