Cuando el director de La Jornada me planteó la inquietud de una foto de tapa con este título, y tras barajar algunas alternativa, nos decidimos por la del caminante solitario, errático, casi como de film apocalíptico, que cruza en diagonal los 10 carriles de la avenida San Martín y sus dos colectoras, en el inicio de esta cuarentena que lleva ya más de 40 días.

Para mi bloque habitual, dentro del periódico, me reservé algunas de una gira nocturna con la #RenoletaEternáutica en un sábado a la noche… en una soledad abrumadora.

La San Martín, la Uruguay, el remozado Bulevar Sarmiento, la 9 de Julio de las Farolas, el Puente Carena, la General Paz, la Libertad… y de nuevo la San Martín para cerrar la tradicional ‘Vuelta al perro’ sin cruzarme con nadie.

Dos reflexiones.

Jamás en mis más de 35 años de recorrer La Villa de Don Carlos Nicandro imaginé ver y registrar con mis cámaras esta situación tan desoladora.

Como asiduo lector de buena Ciencia Ficción, no pude menos que pensar en estar viviendo un episodio salido de la mente de Verne, de Clake… o de Bradbury.

Miedo por los míos, preocupación por mi ciudad e incertidumbre por lo que vendrá me invaden en lo cotidiano. Con un esfuerzo, aplicado en mi trabajo diario de reportero, intento ponerme ‘en positivo’ ante lo desconocido.

A veces me sale. Otras no tanto.

Tengo, eso sí, la certeza de que este puñado de fotos ya formará parte de la historia de mi ciudad, a la que le he dedicado tanto tiempo a través de EncuentroS y de esta columna en La Jornada.

Hasta la próxima… que será mejor… porque como cantaba Spinetta: ‘Mañana es mejor’.

Nota correspondiente a la edición n° 552 del periódico La Jornada, del 29 de abril de 2020.

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