Panquequeando

Por Evelina Ramírez

Ya no causa sorpresa. Lo que en un primer momento se podía llegar a interpretar como un hecho aislado que se explicaba por las necesidades del contexto, hoy ya puede ser analizado como un rasgo distintivo de la práctica política del intendente Esteban Avilés: elogiar a quien está en el poder.

Ya son muchas las muestras para que, en vez de hablar de hechos marginales, excepcionales, las podamos con toda justicia enmarcar en una firme explicación: más allá de las fronteras de nuestra ciudad, las definiciones políticas del avilesismo adquieren la suficiente adaptabilidad para acomodarse a los vientos más favorables, desplegando en la ocasión adecuada las velas políticas e ideológicas más convenientes a sus intereses.

Esto, a su vez, es posible por el despliegue de un discurso lo suficientemente ambiguo y abstracto, que a partir de sentencias generales carentes de contenido concreto pueden ajustarse lo suficiente para trazar un puente con el candidato provincial y nacional de turno con chances de acceder al poder político.

Por otra parte, no es menor el dato que en las próximas elecciones para intendente del 2019, Avilés no se pueda presentar nuevamente como candidato a ese cargo. Este factor, sin dudas, empuja al titular del poder ejecutivo local a establecer definiciones más concretas sobre su futuro político, el cual gira sobre dos polos enfrentados: su inserción en la política provincial, o bien su continuidad en un cargo de relevancia dentro de la estructura de poder municipal (por ejemplo, como concejal), que le permita seguir teniendo una activa presencia y liderazgo de su espacio partidario.

Ante esta disyuntiva, parece que Avilés, tras las definiciones vertidas luego del encuentro que tuvo con el intendente de Jesús María y uno de los principales referentes de Cambiemos a nivel provincial, Gabriel Frizza, ha decidido con su sentido de la oportunidad tan característico acoplarse a la fuerza que se vislumbra ya no sólo como gobierno nacional, sino también con amplias posibilidades en un futuro cercano de tomar las riendas del poder a nivel provincial.

Pero, lo que a simple vista parece una clara demostración de oportunismo político, ¿le permitirá una vez más caer bien parado al intendente? ¿O, acaso, la falta de definiciones contundentes sobre su postura política a nivel provincial y nacional puedan tener el efecto contrario, pues hasta el momento no han aparecido figuras de renombre de los grandes aparatos partidarios abriéndole las puertas de sus partidos?

Estos interrogantes no son fáciles de responder, pues la propia política esquiva del avilesismo en cuanto a definiciones concretas no ha favorecido más allá de los límites de la ciudad construir sólidos vínculos partidarios con ninguno de los grandes partidos, aunque los triunfos electorales logrados le permiten sostener una prometedora expectativa de inserción provincial. De allí que un repaso histórico de estos encuentros y las expresiones discursivas del intendente Avilés quizás nos permitan sacar conclusiones más firmes no sólo de las razones de este “panquequismo político”, sino también de cómo, una vez más, Avilés pondrá en juego esta estrategia pendular frente a un escenario cada vez más polarizado, en donde las dudas y ambigüedades no tendrán premio alguno.

 

Reunión con Frizza

Tras elogiar y acompañar hace pocos días al gobernador Juan Schiaretti en una recorrida por las obras que hace la provincia en Carlos Paz, el martes pasado y a dos días del triunfo de Cambiemos en las PASO (Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias), Avilés se mostró junto al candidato a diputado nacional e intendente de Jesús María, Gabriel Frizza.

En ese contexto, Avilés se despachó con importantes definiciones políticas, donde fustigó al kirchnerismo y dijo compartir “las necesidades que ha marcado Macri”.

En una entrevista con Radio Jesús María, el carlospacense ofreció su visión de lo que sucedió el domingo en las PASO. “La familia cordobesa ha tenido una mirada muy madura. Claramente hay una lista que ha sido legitimada fuertemente”, afirmó, en relación a Cambiemos, y apuntó que “Gaby (Frizza) le ha dado (a la propuesta) fortaleza desde la experiencia y al trabajo que viene realizando acá y en otro marco, que a veces no lo ve el ciudadano de Jesús María, y es la coyuntura de la mesa provincia municipios”.

“Claramente el país sigue apostando a la posición del presidente y le ha dicho no al kirchnerismo”, reiteró.

Después, explicó que Villa Carlos Paz “tiene un perfil muy radical, ideológicamente no hace falta que les diga en qué marco estoy, y la coyuntura de la ciudad es legitimar el rumbo que viene tomando hace 5 años con esto de legitimarse a nivel nacional”.

“Debe haber 20 partidos políticos dentro de Carlos Paz Unido y eso provoca a veces limitarme en situaciones personales en lo que hace a lo partidario. Pero claramente uno comparte las necesidades que ha marcado el presidente (Macri). Mirar hacia atrás era mirar el kirchnerismo que representa un lado que ha sido totalmente negativo para el país”, opinó.

Es la primera vez que Avilés hace públicamente un juicio negativo sobre el kirchnerismo. Nunca se había expresado en esos términos. Sobre el comportamiento de la provincia, consideró que Córdoba “marcó siempre claramente un rumbo de diferenciarse con una crítica constructiva”.

Sobre el final, tuvo lo que él mismo definió como “un sincericidio” y destacó que el domingo, “no creo que se haya plebiscitado la gestión del gobernador (Schiaretti)”.

La excusa de Avilés para mostrarse al lado de Frizza, uno de los dirigentes de Cambiemos que salió mejor parado de las PASO del domingo, fue la presentación del programa “Cordobés Mimado” que ofrece beneficios a los turistas que visitan Villa Carlos Paz desde cualquier rincón de la provincia.

 

Ambigüedades y elogios de ocasión

En el año 2013 y en 2014 Macri estuvo en Villa Carlos Paz. En ninguna de sus visitas mantuvo un encuentro con el intendente Avilés. El por entonces jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires intentó ponerse en contacto con él, pero no lo logró. En aquellos años, y en plena era K, Avilés coqueteaba con el kirchnerismo.

De hecho, en noviembre de 2013, en el marco del lanzamiento de la temporada de Verano de Carlos Paz en Buenos Aires, Avilés manifestó su explícito alineamiento al proyecto político que lideraba el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, dentro del kirchnerismo.

“No estoy ni al lado, ni al costado de De La Sota, ni a media cuadra. El Pato ha tenido más presencia conmigo que el gobernador De La Sota. Lo vamos a acompañar en el proyecto político que lleve adelante. Estamos haciendo fuerza para que el Pato logre posicionarse a nivel nacional”, dijo Avilés.

En aquel momento el “Pato” Urribarri, sonaba como un “presidenciable” de cara a 2015.

“Avilés, el primer soldado de Urribarri en Córdoba” e “Intendente cordobés se sube al sueño entrerriano”, fueron algunos de los títulos que diversos medios usaron para introducir las declaraciones que realizó a la Agencia de Noticias de Entre Ríos (APDF Digital).

De regreso en Carlos Paz, y conocedor de las repercusiones, el intendente quiso bajarle el tono a su incursión kirchnerista y apuntó a las “interpretaciones de la prensa” de lo que, según señaló, era sólo un reconocimiento a la gestión de gobierno de Urribarri.

Consultado concretamente sobre si se consideraba un intendente “K”, volvió a su formato habitual. No respondió. “La lectura de apoyo es la que han planteado algunos medios. Cuando opino bien de (Ramón) Mestre o del Coco (Eduardo) Arduh en La Falda, estoy trabajando para la interna del radicalismo; cuando opino bien de (Martín) Llaryora, estoy metido en la interna del justicialismo provincial y tengo algún acercamiento con uno de sus sectores.

“Los que estamos en política tenemos que reconocer a quienes trabajan bien y a quienes hacen las cosas de acuerdo a lo que espera el vecino que los votó. Nadie desconoce el trabajo del Pato (Sergio Urribarri) a nivel provincial. Ha hecho mucho por Entre Ríos. Ha trabajado muy bien, sobretodo en el marco del turismo”, dijo Avilés e insistió en remarcar su origen radical.

En febrero de 2015, y de cara a la campaña presidencial, el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli mantuvo un encuentro con el intendente Avilés. En ese marco, Avilés elogió la gestión de Scioli diciendo: “Me hace muy bien sentarme con un dirigente, un gobernador que lo primero que me plantea como intendente es la política de servicios. Está claro que tiene una mirada inteligente”, dijo y agregó: “Es un ejemplo a seguir”.

Con las recurrentes visitas del exministro de Turismo, Enrique Meyer, Avilés también tuvo elogios hacia el gobierno kirchnerista. “Al tocarle a Carlos Paz se ratifica el concepto federal que tiene el ministerio de Turismo de la nación. Es muy importante para nuestro país que este tipo de eventos se puede hacer entodos los destinos importantes”, dijo Avilés en octubre de 2014 cuando -por primera vez en sus 100 años de historia- Villa Carlos Paz había sido elegida para como epicentro para desarrollar la etapa argentina by Le Tour de France, la competencia ciclística por etapas más importante del mundo.

 

La postura de Avilés antes de las PASO

En su último discurso de apertura de sesiones, Avilés tuvo elogios tanto para Macri como para Schiaretti, a quienes definió como “una dupla de gestión y trabajo”.

“Ha sido muy importante el acompañamiento en cada uno de nuestros proyectos y acciones, como así también nosotros hemos acompañado este lineamiento estratégico entre nación-provincia- municipio. Quiero destacar entre los ministros del señor presidente a Lombardi y a Gustavo Santos, que nos han acompañado en obras, servicios y acciones que han sido determinantes para nuestra ciudad”, se limitó a decir, sin mayores definiciones.

Pero la participación de Avilés en la recorrida que hizo el gobernador por la ciudad el lunes 7 de agosto (a menos de una semana de la elección) fue leído desde dirigentes que pertenecen al espacio Cambiemos en Villa Carlos Paz como un “apoyo tácito” a Unión por Córdoba.

“Que Schiaretti venga a recorrer obras a días de una elección implica un acto de campaña, tal como fue el nuestro (Cambiemos) ayer que vino el jefe de Gabinete Marcos Peña. Por eso, la presencia de Avilés en la comitiva aporta claridad y despeja dudas porque evidencia un apoyo tácito al gobernador. Vamos a ver el domingo con el resultado si el intendente decide blanquear su apoyo a Unión por Córdoba”, dijo el legislador Adolfo Somoza (Frente Cívico) a VillaNos Radio.

Y descartó que el acompañamiento de Avilés pueda justificarse desde lo ‘protocolar’.

“Podrán decir que es protocolar y yo como legislador también estuve invitado, pero a días de una elección no se puede convalidar esa actitud en pleno cierre de la campaña”, expresó.

En la misma línea fueron las declaraciones del dirigente radical Alberto Del Cura: “Por primera vez veo al intendente definirse por algo, en este caso por Unión por Córdoba. Y me parece muy bien, hay que decir qué es y qué quiere cada uno”, expresó.

Sin embargo, Avilés no tuvo ningún problema en mostrarse con dirigentes de Cambiemos dos días después del resultado de las elecciones.

 

Horizonte 2019

Con el posicionamiento asumido tras las PASO, es probable que de cara a octubre Avilés tenga definiciones más concretas. Lo que sí es evidente es que sus opiniones hoy sólo buscan un posicionamiento personal. No está pensando en gestiones para la ciudad ni mantener buenos vínculos institucionales. No, solo proyección personal.

En tiempos de la posverdad, la adhesión a un liderazgo o partido está dada por la adopción acrítica de la matriz de significados que los líderes de un espacio político postulan. En ese marco, las contradicciones, mentiras, omisiones y toda aquélla conducta ética reñida con la coherencia es valorada en función de su utilidad para sustentar el proyecto político que éstos encarnan.

Pero el oportunismo político tiene un límite infranqueable: la proximidad de tiempos electorales signados por una fuerte polarización. En este tipo de escenario, las medias tintas no generan la suficiente confianza en las grandes estructuras partidarias para invitar a una fuerza o líder político local a sumarse en un lugar acorde a las expectativas del recién llegado.

Si bien su capital electoral, aunque un tanto devaluado, le permite a Avilés negociar con un recurso valioso, no obstante su habitual indefinición y su herencia de “traiciones políticas” no contribuyen a generar los suficientes consensos para darle el sitio que él cree merecer.

Las recientes definiciones del intendente en favor de Cambiemos y su “oportuna” crítica del kirchnerismo parecen tratar de despejar estas dudas, tratando esta vez de darle el contenido necesario a su oportunismo político para aprovechar el viento de cola que sigue arrastrando el macrismo a nivel provincial.

Ganarse la confianza no va a ser fácil, ni tampoco gratis. No debemos olvidar que su fuerza partidaria (otrora Carlos Paz Unido) está integrada por dirigentes y sectores que durante años han despotricado en contra del neoliberalismo.

Sin embargo, nada es imposible: en los tiempos de la posverdad, en donde el fin justifica los medios, la amnesia puede llegar a convertirse para muchos de ellos en una buena excusa para seguir prendido de las mieles del poder.

 

Nota correspondiente a la edición n° 479 del semanario La Jornada, del 20 de agosto de 2017.

1 COMMENT

  1. Lo que todos los carlospacences nos preguntamos es si el Sr. Avilés volverá a vender ropa a domicilio después de vivir todos estos años del estado.

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