Pacientes Manantiales

Por Valeria Flesia

Los Manantiales es uno de los barrios residenciales más tradicionales de Carlos Paz por su ubicación entre el centro y la costa del río, a la vera del desaparecido canal creado por Carlos Paz al que aún marcan algunos árboles centenarios, testigos de aquel artificio de riego que cruzaba toda la villa.

Una de las problemáticas que los vecinos han señalado insistentemente son las aguas servidas que corren por algunas calles y desaguan, por el declive natural del barrio, en el río San Antonio a escasos metros del puente Central.

Estos desechos cloacales liberados por las calles no siempre son causados por la desidia de algún vecino o por el rebalse de un pozo negro sino que también obedecen en distintos casos registrados a lo largo del tiempo, a las particularidades de la zona atravesada por vertientes que, en épocas lluviosas como las registradas el verano pasado, brotan en cualquier lugar, hasta dentro de las casas.

Las vertientes, entonces, pueden entrar en contacto con los sistemas de acumulación de aguas servidas que tienen los inmuebles y correr con ese material incorporado por el declive natural hacia el río.

Así se registraron casos como el de Pasaje Alem donde un vecino debía expulsar el agua de la vertiente que le inundaba el patio y lo hacía con un caño hacia el río. El tema era que el agua de la vertiente tenía un olor nauseabundo y colores sospechosos.

Los reclamos fueron realizados durante muchos años. Un vecino, por mencionar un ejemplo, referencia diez años de reclamos por la obra de cloacas mientras sobrevivía a los líquidos cloacales domiciliarios que emanaban de una casa enfrentada a la suya y que corrían libremente por calle Mármol hasta encontrar en José Hernández un desagüe pluvial y desaguar por allí al San Antonio.

Con un pequeño aunque no menos desagradable esfuerzo de la imaginación se pueden contabilizar los litros (y kilos) de putrefacción de la más contaminante vertidos en los cursos de agua sólo de esta “boca de expendio”.

 

Desde el centro vecinal

La presidente del Centro Vecinal, Fernanda Moyano, consultada sobre el tema indica que efectivamente es uno de los reclamos más antiguos y reiterados. “Fueron más de ocho años reclamando, primero por lo que ya habíamos pagado y luego, cuando cambió a la órbita municipal, porque se comenzara la obra.  Finalmente hace cosa de un año comenzó con la promesa de solucionar la problemática más grave que es la calle José Hernández. Esa calle es la que recibe, por su ubicación, todo lo que viene corriendo desde más arriba”, explicó.

La posibilidad de la obra fue recibida con gran entusiasmo por los vecinos. El anuncio fue realizado por el intendente Esteban Avilés durante un acto en Villa Domínguez, barrio que también se vería beneficiado por la labor que se iniciaba así como La Quinta. Era el 26 de marzo de 2015. El intendente destacó en esa oportunidad ante la prensa local: “Estamos llevando adelante una obra que se estará ejecutando durante todo el año y que demandará una inversión de 22 millones de pesos”.

El trabajo anunciado comprendía “la construcción de las redes colectoras cloacales y la estación de bombeo Nº 5 para los sectores de La Quinta 4º, Villa Domínguez, Los Manantiales y Santa Rita (que se financiará mediante el cobro del rubro obras por parte del municipio)”.

 

Avance lento

Pasadas las elecciones y ya en funciones los nuevos titulares de las distintas carteras, el 2 de diciembre de 2015 iniciaban los trabajos sobre calle José Hernández, frente al Registro Civil cortando la arteria a la circulación vehicular. A los pocos días las obras se suspendieron con el comienzo de la temporada  argumentando que la arteria es muy transitada y ocasionaría una congestión vehicular insoluble.

Luis Piñero - director de Obras PúblicasLuego de una temporada verdaderamente extensa, el 19 de abril de 2016 se recomienzan la obra y Luis Piñero, director de Obras Públicas de la municipalidad, indica al semanario Bamba en la fecha: “Se va a trabajar allí por unos treinta días más, y el paso de vehículos no va a estar cortado en su totalidad. Ahora se ha hecho el cruce para poder conectar con el tramo existente, y mientras vayamos avanzando se podría dar conexión. Pasa que ahí tenemos algunos vecinos que tienen la necesidad de hacer otro pozo negro o conectar las cloacas, entonces a ese trabajo lo teníamos que hacer de todas maneras”.

Con estas palabras el funcionario anunciaba una serie de aperturas y cortes, roturas, cierres y nuevas aperturas que se observan en la José Hernández prácticamente hasta la actualidad.

Consultada la presidenta del centro vecinal acerca del avance de la obra que solucionaría no sólo los problemas de aguas servidas circulantes por las calles sino que comenzaría a poner coto a la gravísima situación de contaminación del lago San Roque, patrimonio de todos los carlospacenses, expresó: “La obra ya lleva un año y se ha completado una cuadra”.

La calle José Hernández tiene por lo menos ocho cuadras en un trazado irregular porque muchos de los pasajes que la cruzan terminan en el río. La pregunta hacia la vecinalista fue si no les parecía un poco lento el avance teniendo en cuenta que, si en un año se hizo una cuadra, el resto podría demorar otros siete años. “Por el momento no vamos a reclamar porque hemos visto en los últimos días que hay gente trabajando después de que estuvo parada varias semanas. La verdad es que es la única que nos queda, esperar que la obra se vaya haciendo”, admitió.

 

Nota correspondiente a la edición n° 431 del semanario La Jornada, del 28 de agosto de 2016.

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