Pablo Astudillo: “Quiero arbitrar en la élite del fútbol argentino”

Por Hernán Ibar

Tras arrancar de gran manera la temporada donde comenzó dirigiendo en el prestigioso Federal “C”, el árbitro de Villa Carlos Paz se prepara para tener un año a pura historia.

Pablo Astudillo tiene 28 años, y hoy es uno de los más destacados jueces que tiene la provincia de Córdoba.

Con una carrera que inició hace varios años, el carlospacense se encargó de transitar por las ligas de ascenso hasta llegar al Torneo del Interior, o el mismo Federal “B” y “C”.

Un romance que iba a comenzar desde pequeño… Pablo acompañaba a su papa, Roberto, en ese entonces un referente en el mundo arbitral, sabiendo que iba a continuar con su legado.

Conociendo diversas canchas, Astudillo seguía con su preparación en una disciplina que no es para cualquiera.

Como todo árbitro, recorrió muchos estadios de la provincia y el interior del país.

Teniendo encuentros magníficos, siendo calificado en un alto nivel, el local buscaba crecer en ese sueño que estaba siendo realidad.

Pero en esta película iba a ver un capítulo no grato para el árbitro de la ciudad….

El 25 de mayo del 2013 hubo un cambio en la vida de Pablo Astudilo, quien tras un accidente automovilístico tuvo que ser operado y quedó por un tiempo fuera de la cancha.

Sin embargo, como todo árbitro, corajudo y audaz, fue por más y con una rehabilitación estupenda en pocos meses volvió a tener otra oportunidad.

Así fue como Astudillo demostró estar nuevamente a la altura del arbitraje cordobés.

El tiempo pasó y si bien existió alguna que otra lesión de menor gravedad, hoy Carlos Paz tiene a un árbitro que representa la ciudad de gran manera en cada encuentro que le toca “jugar”, con capacidad, disciplina y respeto.

Pablo es querido por todo el ambiente.

Sin imaginar toda la carrera deportiva que viene llevando, desde aquel debut en la U.C.F.A. hasta este presente dirigiendo una categoría afista, Pablo Astudillo quiere seguir creciendo en el mundo de los árbitros, y por qué no ilusionarse con llegar a las categorías de élite que tiene el fútbol argentino.

Todo esto no lo hubiese podido lograr sin el apoyo de la familia, que lo acompañó siempre, en las buenas y malas… Su hermano y compañero de profesión, Christian; qué decir de mamá Inés buscando lo mejor para su hijo y, además, acompañado por su papa, Roberto, el ídolo en todo esto, que fue quien le enseñó esta gran pasión que hoy está pudiendo desarrollar, siendo el gran ejemplo de la familia Astudillo.

 

– ¿Qué sensaciones te dejé llegar a dirigir en el Federal “C”?

– Siempre da una felicidad muy grande que a uno lo convoquen a este tipo de torneos para lo cual se viene entrenando tanto física como mentalmente.

– ¿En qué categorías te vas a desempeñar este año?
– Vamos a estar en competencia tanto en el Federal “B” como en el “C”, y asimismo en los campeonatos de primera división a los cuales tengamos que salir designados.

– ¿Cómo ves al arbitraje en Córdoba?

– El arbitraje de Córdoba se encuentra completamente desunido, todos quieren instalar su “kiosquito” y junto a eso tenemos disparidad de criterios e intereses creados que hacen que no pueda resurgir como debiera, porque sigo insistiendo que junto con Rosario, Córdoba tiene uno de los sistemas de juego más difíciles de todo el país.

– ¿Por qué todavía no sale otro árbitro en el país con las cualidades de Héctor Baldassi o Horacio Elizondo?

– Porque no se trabaja apropiadamente para poder lograrlo, además que una de esas figuras nace cada 50 años. Y muchos otros están… pero no se les da la importancia que ellos necesitan.

– ¿Se trabaja bien formando a los árbitros en la provincia?
– No… Decididamente no. Y me guardo el resto de la respuesta como opinión personal (risas).

– ¿Te acordás por qué arrancaste la carrera en el arbitraje?
– Por mi viejo. Fue árbitro de AFA durante 17 años y desde que tengo uso de razón siempre viví adentro de una cancha. Desde chiquito mamé esta hermosa profesión.

– ¿Qué preferís, ser árbitro o asistente?
– Árbitro toda la vida. Es inexplicable la sensación que se siente ahí adentro con mil, tres mil o 40 mil personas “puteándote” como muchos saben decir. La adrenalina que te corre es algo que no puedo describir con palabras. Es magnífico.

– La cancha más complicada que dirigiste…
– Hay varias. En este momento recuerdo dos muy claritas; una la de Fortín al sur de la provincia y me tocó jugar nada más y nada menos que el clásico del lugar ahí. Y otra de la cual no terminó el partido, fue una final por el ascenso del ex “Argentino C” en cancha de Unión Arroyo Seco, en el pueblo homónimo, a 15 kilómetros de Rosario. Créanme, no hay lugar como Rosario de la manera que viven nuestro fútbol y con el fanatismo que lo llevan.

– ¿Cuál fue el primer partido que arbitraste?
– En lo amateur me acuerdo como si fuera hoy, fue en uno de los campeonatos más conocidos y prestigiosos qué tiene Córdoba, en la U.C.F.A. y el partido fue Huracán vs Cachorros.

En lo profesional mi debut fue en el “Argentino B” y fue el clásico provincial entre Andino de La Rioja vs Villa Cubas de Catamarca ante 6 mil personas.

– ¿Qué referentes tenés de los árbitros?
– Como referentes no tengo uno en particular, siempre intento sacar lo mejor de uno y descartar lo malo o los “vicios” como se les llama en la jerga. Sí me parecen excelentes árbitros en la actualidad como Patricio Lousteau y Darío Herrera.

– ¿Qué sueño tenés en el mundo del arbitraje? 
– Poder impartir justicia dentro de los grandes escenarios, quiero arbitrar en la élite del fútbol argentino, poder concluir mi carrera como árbitro de Primera División y dejar bien en alto mi lugar, mi ciudad, porque en cada lugar que voy jamás me olvido de decir de dónde vengo y de dónde soy.

 

– Importante siempre el apoyo de la familia…

Sin mi familia no sería nada, es el apoyo más grande que tengo. Y día a día ellos son mis “psicólogos” fuera del terreno de juego. Y si me dejás… les mando un saludo y beso enorme a Inés, Roberto y Christian.

 

Foto: Facu Amaya

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