Durante la sesión de este jueves, el Concejo de Representantes resolvió por mayoría, aprobar la suba en el boleto del transporte urbano a 12 pesos (estaba 9,50 pagando con tarjeta electrónica y 10 pesos en efectivo).
La decisión fue avalada por el bloque avilesista (Alejandra Roldán, Mirtha Alessio, Soledad Zacarías, Carla Livelli y Hugo Bustos), a los que se sumaron Omar Ruiz (CPU) y Marcelo Cuevas (PRO), y se tomó a contramano del contundente reclamo de los usuarios en la audiencia pública.
Es que, en esa instancia, vecinos de diferentes barrios de la ciudad fueron categóricos en rechazar un aumento en el boleto en tanto no se garantice una buena prestación del servicio.
La concejala peronista Laura Orce y el interbloque Cambiemos (Natalia Lenci, Walter Gispert, Gustavo Molina y Oscar Sequeira) votaron en contra, e insistieron en la necesidad de contar con información sobre el concurso preventivo de acreedores en el que está inmersa Autobuses Santa Fe, una de las dos empresas (la otra es Recreo) que en Carlos Paz conforman la UTE Transporte de la Villa.
Cabe recordar que la semana pasada se aprobó un pedido de informe en este sentido, pero el ejecutivo dispone de 30 días para responderlo.
Desde julio, chau efectivo
La ordenanza sancionada establece además, que a partir del 1 de julio no se podrá pagar más el boleto con efectivo. Únicamente se aceptará tarjeta electrónica. Para ello, la concesionaria “deberá arbitrar los medios para ofrecer un adecuado número de bocas de expendio y recarga de tarjetas electrónicas para los usuarios”.
Paradas con GPS
Por otra parte, se obliga a la empresa, también desde el 1 de julio, a instalar “en todos los puntos de ascenso y descenso de pasajeros de cada línea, cartelería con descripción del recorrido y horarios. Asimismo, la instalación de tecnología de conexión celular de internet (sistema de posicionamiento global GPS), que permitan brindar un servicio que indique para cada parada de ómnibus, en los teléfonos celulares de los usuarios, el tiempo de espera para el arribo de las unidades de transporte”.
“En algunas paradas no hay techo, llueve y nos mojamos enteros mientras esperamos y hablan de GPS. No tienen idea de lo que es tomarse un bondi”, bramó un usuario.
