Desde Santa Fe, el presidente dijo que el avance del gremio “tornó inviable” la cooperativa y pidió “racionalidad” a las partes.
La delicada situación que atraviesa la firma láctea Sancor, con plantas en las provincias de Córdoba y Santa Fe, una de las consultas que le realizaron hoy al presidente Mauricio Macri, durante su visita a la capital santafesina.
Al describir los “tres males” que a su juicio llevaron a la empresa a “una situación de quebranto absoluto”, también dejó en claro desde el gobierno se está “intentando ayudar” y que espera “racionalidad de todas las partes y un diálogo positivo” entre los trabajadores y la empresa.
En la cuestión más notoria, el mandatario sostuvo que “los avances de Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industría Láctea, el gremio)” generaron “un convenio casi inviable” para una industria que “debe ser una de las más importantes a futuro”. En tal sentido, dijo que colabora en la búsqueda de un socio y que la idea es “sostener todos los puestos de trabajo”, situación condicionada por el hecho de que “se reviertan muchos errores del pasado”.
Apuntando que los beneficios a los empleados generaron buena parte de la crisis, describió: “Hubo un pésimo convenio laboral y un Estado que no actuó en equilibrio de las negociaciones”.
A su vez, Macri sostuvo que hubo “una mala política láctea en la última láctea”, acusó que “se metió en el tema este de Venezuela, con todos los colatereales que generó” y agregó que otra parte del problema estuvo en “el desmanejo interno en la conducción”.
