‘Más rápido que un bombero, el gobierno de San Antonio de Arredondo cava su propio pozo’, advierte Adarsa

En las últimas horas, el gobierno municipal de San Antonio de Arredondo dio a conocer a través de medios de prensa su intención de realizar reservorios de agua en el arroyo de Villa Las Jarillas, ‘atentos a la temporada de incendios forestales’.

La Asociación Amigos del Río San Antonio (Adarsa) sostuvo que la comitiva para evaluar la intervención sobre este curso de agua natural fue encabezada por la intendenta Patricia Cicerone; junto al secretario de Gobierno, Roberto Grigioni, se reunió con el ingeniero Adrián Pérez de la empresa Chediack, el ingeniero Torres de Vialidad y el oficial inspector de bomberos, Fabián Concha, más algunos vecinos de Las Jarillas.

Al respecto, Grigioni anunció a la prensa que, ‘en los próximos días traerán retroexcavadoras para hacer los pozos dentro del afluente natural que es el arroyo’.

Ante esto, la ONG ambientalista planteó que, ‘es preocupante que en el equipo de evaluación no hayan incluido a profesionales en hidrología, que podrían advertirlos sobre que el sistema -naturalmente- va a intentar restaurarse, erosionando o sedimentando. Además, los trabajos con maquinaria pesada en el movimiento de suelo para realizar estos pozos (con los que pretenden dar solución a lo que hay que prevenir) afectarían el efecto esponja de la vegetación nativa, generando menor retención de agua, con el consecuente incremento de la falta de este recurso en años venideros’.

‘Lo que están pidiendo los vecinos de Jarillas luego de los lamentables incendios del 2020 -en el que se quemaron 16.700 has. en toda la zona afectada- es prevención, y una de las maneras es haciendo cortafuegos.

Los incendios forestales también pueden prevenirse aprobando de manera urgente el adormecido proyecto de Reserva Natural Municipal, con un plan de manejo adecuado que incluya puestos vigía’, expresó Adarsa en un comunicado que compartió en Facebook.

En respuesta a una consulta desde la ONG, el secretario de Gobierno de San Antonio respondió que, ‘los dueños de los campos -preocupados por la situación de los incendios- fueron quienes hicieron la gestión con Vialidad y la empresa Chediack para que voluntariamente presten la máquina, dejando en claro que el gobierno desconoce que deben contar con un estudio de impacto ambiental, además de la supervisión y aprobación de la Dirección General de Aeronáutica de la Provincia de Córdoba y del Plan Provincial de Manejo del Fuego, entre otras autoridades de aplicación.

En otras palabras, se lavó las manos con el agua del arroyo, por si la iniciativa fracasara ya que no es viable.

Para estos casos es fundamental conocer en base a qué estudios y antecedentes se pretenden realizar las excavaciones. También, cuál será la dimensión, ubicación, volumen y de qué forma. Es sustancial que la Municipalidad informe acerca del movimiento de suelo: ¿Adónde depositarán lo extraído? ¿Realizaron los cálculos?

Si la idea es hacer una zanja, con las crecidas del verano se irá tapando, volviendo a su estado inicial. Si hacen una laguna de retención, ¿en función de qué estudios calcularon el volumen y cómo determinaron la mejor ubicación? ¿Qué vida útil se pretende que tenga? ¿Hay estudio de la tasa de sedimentación? ¿Qué se espera que suceda aguas arriba, al cambiar el nivel de base?

Sin dudas, los vecinos de Las Jarillas -a quienes señalan desde el municipio como autores de la iniciativa- no tienen el deber de responder estas preguntas. Son los funcionarios de gobierno quienes deberán responderlas o -como primera medida- habérselas hecho antes de sentenciar desde un heroísmo improvisado, colmado de ignorancia, que “en las próximas semanas arrancarían las obras”’.

‘Más rápido que un bombero, el gobierno de San Antonio de Arredondo cava su propio pozo’, sentenció la ONG.