Por Hernán Ibar
Luego de disputar su último partido en la Liga Cordobesa de Fútbol junto a Atlético Carlos Paz, el goleador hizo un repaso por su exitosa carrera deportiva.
Todo comenzó a los seis años cuando ya empezaba a dar sus primeros pasos en las escuelitas de la zona.
El tiempo pasó, y la próxima parada iba a ser en Playas de Oro, donde Independiente esperaba por Martín García.
Más de una década estuvo “Yayo” en el rojo, rompiendo redes en principio dentro de las formativas, para luego esperar por el tan ansiado debut en Primera División.
Como si fuera hoy recuerda ese partido ante Deportivo Banfield, teniendo sus primeros minutos con la Superior de la villa, y encima anotando el descuento de aquella tarde.
Desde allí no paró, coincidiendo con grandes jugadores, se dio el gusto de llevar al equipo de Luis Gallardo a pelear cada uno de los campeonatos, siempre al borde del ascenso cordobés.
Temperamental como pocos, un referente dentro del campo de juego, siempre estuvo acompañado por su hermano y amigo, Franco, siendo ambos respetados por todos…
Varias convocatorias al seleccionado cordobés llegaban y demostraban el gran presente que vivía García en la Liga.
Las ofertas no tardaban en aparecer para llevarse al “Yayo”, pero él siempre priorizaba su club, ese que tantas alegrías le trajo, y que tanto esfuerzo le brindaba cotidianamente.
Con goles en la vuelta del clásico ante Atlético, Martín siempre fue ese que aparecía en todo momento, llevando a su equipo a ganar los partidos más difíciles.
Además, se dio el gusto de pasar por su club de barrio, San Lorenzo. ‘La Hilacha’ tuvo el agrado de contar con el rompe redes de la ciudad. Al igual que Deportivo San Nicolás, donde el Yayo tuvo un paso por el conjunto aledaño a Carlos Paz.
Pero cuando parecía que la película tenía otro desenlace, Martín García se guardaba su último cartucho…
Tras varias conversaciones, sorpresivamente era uno de los refuerzos que tenía Atlético Carlos Paz para disputar la temporada en la que iría en búsqueda de la clasificación al Federal “C”.
Así fue como el “Yayo”, no dudó y se calzó la azzurra sin problemas, pero obviamente siempre acompañado por su capitán, “Cholu”, que también llegaba a barrio La Cuesta.
Con una adaptación notable, García no tardó en empezar a anotar goles en el conjunto de Adrián Ferreyra que ya comenzaba a lucirse en la máxima categoría de la Liga Cordobesa.
Tras un excelente calendario, el Carlos Paz tenía la gran chance de meterse a la fase final del cordobés…
Así fue como esa tarde ante Racing apareció el héroe, ese que ya había pagado con goles, tenía otra carta para mostrar…
Cuando el partido terminaba y Atlético se quedaba sin nada, García se encargó de patear el penal decisivo en el descuento para poner el 3-2 y de esta manera darle a los de Ferreyra una ilusión más rumbo al Federal “C”.
Ya en la final contra Huracán, nuevamente Martín y su hermano Franco fueron los encargados de sellar la clasificación al torneo afista.
Un nuevo logro para uno de los mejores jugadores que tiene la historia en la ciudad, convirtiéndose en estandarte para los azules, consolidado como una de las figuras del club.
Con un buen paso en el Federal “C”, García acompañó el nivel de Atlético llegando hasta los playoffs ante Atenas, dejando al fútbol de Carlos Paz bien parado frente a todos.
Desde chico ya se lo veía con personalidad de ganador, teniendo como referente al “Enzo”, por Francescoli…
Y vaya si tuvo sus frutos, vistiendo las dos camisetas de fútbol más importante de la ciudad, respetado por todos, llevándose elogios por toda la provincia, en cada cancha que jugaba.
Una historia de vida especial en el deporte de Villa Carlos Paz, laburante como pocos, luego de pedir salir más temprano de trabajar o hacerlo en doble turno, arreglaba los horarios para llegar a disfrutar de su gran amor, su cable a tierra…
Pero esto no lo hubiese podido lograr sin ellos, la familia…
Más allá del viejo y la vieja, su hermano que estuvo siempre, en las buenas y en las malas, al ídolo lo acompañó su mujer, Victoria, y hoy ya con el deber de ser padre, disfruta diariamente de sus hijos, Nacho y Sofía, ahora con la espera de otro García mas, donde el goleador entre sonrisas y emoción, dice que se vendrá otro goleador…
En fin, Martín García es otra historia del deporte carlospacense, quizás con algún camino más por recorrer en el futuro, pero hoy, disfrutando de los logros que ha conseguido, siendo el goleador que tiene la ciudad, ganándose el respeto y aplausos de toda la comunidad…
– ¿Qué sensaciones te quedaron del último partido jugado en la Liga Cordobesa?
– Fueron sensaciones raras… Tristeza por saber que era mi último partido de liga y a la vez felicidad y orgullo por lo que hicimos en el año con el grupo. La gente me lo hizo saber y le agradezco de corazón.
– ¿Es injusta esta medida que toma la Liga con respecto a la edad o qué opinión te merece?
– Sí, creo que con 27 años ya ocupás un cupo de mayor es muy injusto. Al poner límites de edad la liga bajo mucho su nivel. Eso le sirve a equipos como Talleres, Belgrano o Instituto, los clubes más de barrio se les complica muchísimo conseguir jugadores.
– ¿Cómo se dio tu llegada a Atlético?
– Me fui de Independiente por pensamientos diferentes con la comisión y algunos de ellos me dijeron que ya estaba viejo (risas)… ese año me habló Nacho loza y le dije que no porque era muy reciente mi salida del club y después a fin de año me hablo Adrián y Pity y tome la decisión de sumarme al Atlético.
– En poco tiempo te adaptaste al equipo, logrando la clasificación al Federal “C”, ¿contento por esto también?
– Sí, la verdad que me recibieron como uno más de ellos y me sentí muy cómodo. Cuando hablamos con Adrián me dijo que querían clasificar al Federal y eso fue lo que me sedujo a ir. Gracias a Dios trabajamos con mucha seriedad y quedó demostrado con la clasificación.
– Después en el Federal “C”, ¿qué sensación te quedó?
– En el Federal dejamos una muy buena imagen, en Córdoba se hablaba de nuestro buen juego y hasta se decía que éramos candidatos al ascenso pero bueno, no siempre gana el que juega mejor si no el de billetera más gorda (risas).
– ¿Te acordás cómo arrancaste a jugar al fútbol?
– Arranqué a los 6 años en la escuela de fútbol Alberdi. Después pasé a la escuela Los Cóndores dónde realizamos un viaje a Chile a jugar un mundialito y a los 11 años fui a Independiente donde jugué y debuté en Primera.
– ¿Cómo fue tu debut en Primera con el rojo?
– El debut fue contra Deportivo Banfield de visitante. Si no me equivoco perdimos 2 a 1 y el gol lo marqué yo.
– ¿Qué significó poder compartir equipo junto a tu hermano Franco?
– Creo que eso es algo emocionante con lo que nos apasiona el fútbol y saber que siempre estamos en el mismo equipo es algo muy lindo. Como yo siempre le digo no hace falta que él tenga la cinta en el brazo porque él siempre es mi capitán.
– ¿Qué recordás de tu paso por Independiente?
– Recuerdo todo, si es el club donde jugué desde los once años. Tengo recuerdos buenos y malos, dónde he sufrido por derrotas y muchas alegrías como ser campeón de Liga de Punilla con Primera y dejar al club bien representado en la Liga Cordobesa.
– ¿Te gustaría ser entrenador o dirigente de fútbol?
– Me gustaría mucho ser técnico.
– Lo mejor que te pasó en este deporte…
– Ganar y convertir un gol en el primer clásico después de años que no se jugaba fue muy lindo. Y otra cosa que siempre voy a recordar es convertir el gol agónico para que Atlético juegue los cruces al Federal, también anotar en la final y clasificar al Federal después de 12 años y quedar en la historia del club.
– ¿Te quedó algún sueño por cumplir?
– Sí, siempre soñé con ganar un ascenso con Independiente y jugar en la “A”.
– Importante siempre el apoyo de la familia en todo momento…
– Sí, eso es lo principal. Desde que comencé siempre mi papá y mamá al lado mío y después al formar mi familia mi señora me acompañó en todo momento. Siempre se lo agradezco a eso.
– El fútbol para vos es…
– Mi cable a tierra. Cuando entraba a la cancha me olvidaba de todo y solo me divertía.
Ping Pong
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¿En qué te gastaste tu primer sueldo?: Ayudé a mis viejos comprando material para la casa.
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Un socio en la cancha: En Independiente con el “Monito” Guzmán del cual aprendí mucho y en Atlético con “Kechu” Jesús Acevedo.
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Un entrenador: Luis Gallardo… es como un padre.
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Un grupo musical: Me gusta mucho el folklore. Recitados y versos improvisados.
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Un ídolo de chico: Enzo Francescoli.
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El mejor gol de tu carrera: En cancha de Las Palmas fue un gol de chilena jugando con Independiente.
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Independiente de Playas de Oro: Mi club.
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Atlético Carlos Paz: El club que me recibió como uno de ellos.
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Luis Gallardo: Un amigo, excelente persona.
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Franco García: Mi amigo, mi hermano, mi capitán. Con él en mi equipo le juego al que sea.
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Un hobbie: Andar a caballo.
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Martín “Yayo” García: Deja todo dentro de la cancha sin importarle que camiseta tenga puesta.
Foto: Trinidad Elizabeth – Juan Ledantes
