Macarrón declaró durante cuatro horas, acusado del crimen de Nora Dalmasso

Marcelo Macarrón, el viudo de Nora Dalmasso, asesinada en noviembre de 2006 en su casa del barrio Villa Golf de Río Cuarto, Córdoba, aseguró ante la Justicia que es inocente, dijo que no tiene nada que ver con el hecho e insistió en que al momento del crimen de su mujer se hallaba en Punta del Este, Uruguay, donde había ido a jugar un torneo de golf.

El viudo fue indagado durante casi cuatro horas en los tribunales de la ciudad cordobesa de Río Cuarto por el fiscal Daniel Miralles, quien lo acusa de ser el presunto autor material del crimen de Dalmasso.

Al terminar la indagatoria, los abogados defensores del imputado volvieron a cuestionar al nuevo fiscal de la causa, porque no informó cuáles eran los elementos de prueba que lo llevaron a imputar a Macarrón como el homicida de su mujer, y aseguraron que hay “múltiples testigos” que ubicaron al viudo en Punta del Este en el momento en el que Dalmasso era asesinada.

“El señor Macarrón (57) declaró ampliamente, ratificó todas sus declaraciones, ahora como imputado, brindadas cuando declaró oportunamente como testigo y contestó todas las preguntas de los defensores y del fiscal”, dijo este lunes el abogado Gustavo Liebau a la salida de los tribunales de Río Cuarto.

Macarrón llegó a los tribunales de esa ciudad cordobesa alrededor de las 9.20, diez minutos antes del horario estipulado para su indagatoria, a bordo de un Peugeot 206 rojo junto con sus dos abogados, Liebau y Marcelo Brito.

“Soy inocente”, fueron las únicas palabras que pronunció a la prensa el viudo mientras ingresaba, vestido de traje y corbata, por la entrada que da a la calle Dean Funes del edificio judicial situado en pleno centro de Río Cuarto, donde fue indagado por el fiscal de la causa.

La indagatoria de Macarrón generó un movimiento inusual en esa ciudad ubicada a 215 kilómetros al sur de la capital provincial.

En las cuatro horas que transcurrió el testimonio de Macarrón hubo una manifestación del gremio judicial en la puerta de los tribunales en reclamo de mejoras edilicias, mientras que varios curiosos que pasaban por la zona se quedaban escuchando a los periodistas que ocasionalmente salían en vivo por televisión.

Pasadas las 13.30, sin hacer declaraciones y con gesto adusto, el viudo se retiró del edificio judicial, mientras sus abogados intentaban complacer a los periodistas que lo aguardaron en la puerta de los tribunales.

En una improvisada conferencia de prensa que generó un caos de tránsito, el abogado Liebau aseguró que su defendido “dio amplias explicaciones respecto de todos los elementos que eventualmente lo pudieran incriminar”.

“No podemos superar el asombro cuando al supuesto autor material de un crimen múltiples testigos lo ubican a mil trescientos kilómetros de la escena. La prueba genética no tiene relevancia si se demuestra que se trata de una persona que es el marido y que estaba a esa distancia de donde ocurrió el hecho”, sostuvo el letrado. Según el abogado, el fiscal Miralles “no dio absolutamente ninguna prueba que permita de alguna manera deducir la imputación” y no dio “ninguna explicación lógica ni científica”, por lo que le “llamó la atención la falta de elementos nuevos”.

En ese sentido, el abogado Marcelo Brito, también defensor de Macarrón, indicó que el investigador judicial “no precisó ni informó cuales son los elementos de pruebas que sostienen que haya estado en el lugar del crimen”.

“El fiscal hizo dos preguntas: Una respecto de su fecha de matrimonio con Nora y otra respecto una pregunta relativa a (Miguel) Rohrer”, dijo el letrado, aunque no sabe si éste hombre será llamado a declarar.

De acuerdo a los dichos de Brito, el fiscal Miralles solamente nombró los informes de ADN y algunas pruebas testimoniales pero sin ahondar en detalles de los elementos que valoró a la hora de acusar a Macarrón.

El abogado Liebau afirmó también que la franja horaria en la que a Macarrón no se lo vio durante su estadía en Punta del Este fue entre las 3 y las 7 de la mañana del 25 de noviembre de 2006 que “se levantó para ir a jugar al golf”.

“Lo que nadie ha tenido en cuenta hasta ahora es comparar esas pocas horas con el horario de muerte atribuido a Nora, es decir si los mismos forenses dijeron que la muerte data aproximadamente a las siete de la mañana y si se tiene en cuenta que en ese momento en Uruguay había una hora más, el señor Macarrón a esa hora estaba por ir a jugar al golf”, aseguró.

El abogado añadió que “las pruebas que están en el expediente son las declaraciones testimoniales que ya constan en la causa”, en las cuales no hubo “ningún cambio”.

Además, Macarrón explicó al fiscal Miralles que una vez que se enteró de la muerte de su esposa “venía en el auto de Daniel Lacase con un evidente estado de shock y a altas horas de la noche”.

“Lacase se bajó a hacer los trámites y (el imputado) desconoce si Lacase hizo algún trámite o no respecto a las personas que lo acompañaban. Es muy probable que se haya omitido ese trámite, en ese momento se estaba viviendo la muerte de la esposa y no se estaba tratando de armar una defensa, estaban todos shockeados y traumados”, recordó.

Tras la indagatoria, el fiscal Miralles adelantó que tomará “medidas probatorias en los días venideros” y que por el momento no adoptará ninguna restricción de la libertad del sospechoso.

En tanto, el abogado Liebau dijo que como fianza pusieron la casa en Villa Golf donde ocurrió el crimen y donde actualmente vive el acusado.

“Ambas familias proclaman la inocencia del señor Marcelo Macarrón pero eso no significa que no se valorice la labor del fiscal, si el fiscal se equivocó vamos a trabajar para demostrarle que se equivocó pero no ataquemos más al investigador porque las familias quieren saber quien mató a Nora”, subrayó Liebau.

Télam

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