El último día hábil del mes de septiembre fue el elegido para que los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba, que tomaron el edificio un mes atrás, desocupen las instalaciones del Pabellón Argentina.
(Ver: “Desocupación, entrega y vuelta a la normalidad del Pabellón”).
La decisión de realizar la “entrega formal” a las autoridades del rectorado y distintos decanatos, se tomó luego de una asamblea el jueves por la noche.
Desde entonces, y hacia las 14 horas del día viernes, los estudiantes comenzaron a retirar en forma pacífica sus pertenencias. Entre ellas colchones, alimentos, indumentaria y efectos personales.
Algunos lo hicieron con sus rostros cubiertos, ante la posibilidad de que sean imputados por el delito de “usurpación”, pedido realizado por la fiscal Graciela López de Filoñuk. La comitiva de las autoridades universitarias, encabezada por el vicerrector a cargo del rectorado, Ramón Pedro Yanzi Ferreira, revisó las instalaciones, ya desocupadas.
Al finalizar se labró un acta donde se constató que el edificio fue entregado en buen estado, “salvo algunos detalles”, indicó Yanzi Ferreira. Se trataría de algunos vidrios que habrían sido destrozados por personas ajenas a la ocupación estudiantil.
Según se acordó días atrás, representantes de la Asamblea Interfacultades de la UNC y autoridades universitarias conformarán una mesa de diálogo permanente, cuya próxima reunión está prevista para el 1 de octubre.
En ella, se espera que continúen las negociaciones del pliego de reivindicaciones defendidas por los estudiantes durante la toma. Entre ellas, declaraciones públicas sobre el estado presupuestario de la Casa de Altos Estudios y convenios establecidos por la universidad.
