Se le practicaron toda clase de estudios durante un mes y medio y se dispuso devolverlo a la Reserva Hídrica Provincial de Achala tras comprobar que se encontraba en perfectas condiciones para vivir en su hábitat natural.
Olaen, el cóndor andino rescatado hace algo más de un mes, fue rehabilitado y durante la jornada del jueves se procedió a su liberación. Bautizado con el nombre que significa cacique de la tribu Ayampitin se dispuso devolverlo a su hábitat natural tras haber sido estabilizado sanitariamente y controlado.
Antes de que Olaen batiera sus alas hacia las alturas, especialistas brindaron una charla a los alumnos de la Escuela Padre Liqueño sobre las características del animal y el proceso de recuperación. Los cóndores –vultur gryphus en lenguaje científico- son las aves voladoras de mayor tamaño. Los machos llegan a pesar alrededor de 15 kilos y las hembras 11 .
Viven generalmente en zonas de montañas donde nidifican en lugares casi inalcanzables por el hombre, alcanzan los tres metros de ala a ala y vuelan a mayor altura, utilizando las corrientes del aire para planear. La coloración del plumaje de los adultos es negra con un collar de plumón blanco y una banda también blanca en la parte superior de las alas.
Alcanzan la madurez sexual entre los cinco a ocho años de vida, siendo una especie longeva ya que llegan a vivir cincuenta años en libertad y han alcanzado hasta los 75 años, en cautiverio. Los machos tienen una cresta o carúncula rojiza que no existe en las hembras. La cabeza es pelada y de color negro con pliegues que se acentúan con el transcurso de los años. Los juveniles poseen una coloración amarronada grisácea.
Son carroñeros, es decir que no matan sino que se alimentan de animales muertos, por lo que ecológicamente son considerados barrenderos naturales. Tienen los bordes del pico afilado y la punta curva como un gancho para desgarrar la carne de los animales que son su alimento. Las uñas de las patas son mochas y no sirven para agarrar.
El ejemplar liberado hoy fue rescatado el 18 mayo de 2015 en el puesto San Lorenzo, ubicado en el departamento San Alberto. Inmediatamente fue derivado al Zoológico Tatú Carreta, que trabaja conjuntamente con la Secretaría de Ambiente como centro de rescate de fauna silvestre.
A lo largo de un mes y medio, fue estabilizado sanitariamente y controlado. Se le realizaron estudios de sangre y radiografías para determinar la presencia o ausencia de plomo y/o huesos rotos e hisopados de pico. Tras comprobarse que se encontraba en perfectas condiciones fue liberado en el área de distribución de la especie y territorio de la Reserva Hídrica Provincial de Achala.