La concejala Natalia Lenci (UCR) realizó un balance de su primer año en el cuerpo legislativo, y consideró que ha realizado un trabajo “responsable y constructivo”,
“Desde la oposición mostramos la realidad, pero el gobierno prefiere la ficción”, resumió.
“Desde la banca que represento hemos hecho una oposición responsable siendo constructivos con el gobierno al cual le aprobamos el 90% de los proyectos ingresados desde las esferas oficiales”, dijo. Y advirtió: “También en nuestro rol de control observamos y planteamos las cuestiones que no son claras en acciones de la administración del intendente Avilés. Lamentablemente en la mayoría de los pedidos de informes que le solicitamos le hablamos de realidad y si lográs que te contesten lo hacen con ficción”.
En materia legislativa, la UCR presentó 41 proyectos de ordenanzas, resoluciones y de declaración de los 307 proyectos tratados por el Concejo de Representantes en el período 2015-2016.
Entre las iniciativas presentadas, “la mayoría son para solucionarle en forma sencilla los inconvenientes que más reclaman los vecinos”, consideró Lenci.
Por último, repasó los principales temas a los que se abocó desde su banca: “La forma de solicitar turnos médicos en el hospital debe ser modernizando y realizarlos por línea telefónica o en la web, eliminando así las molestas colas a horas inapropiadas para obtener atención médica.
En salud también solicitamos al intendente la inmediata puesta en funcionamiento las 24 horas del hospitalito de Colinas, un edificio nuevo que le costó mucho a los carlospacenses y que se encuentra ocioso y desaprovechado para el fin que tiene semejante infraestructura.
En materia de seguridad presentamos un proyecto para la instalación de cámaras de monitoreo de la vía pública teniendo en cuenta que el municipio recauda para invertir en seguridad y no lo hace. Hoy ese dinero está obsoleto en una cuenta bancaria devaluándose.
En materia de transporte público nos opusimos al nuevo aumento, el tercero en el año que llevó el boleto a ser el más caro de la provincia y con un mal servicio. Ante ello propusimos que el Estado debía hacerse cargo de este incremento subsidiando a la empresa para que pueda cumplir mejor el servicio y no con el bolsillo directo del vecino usuario.
También nos preocupan mucho los resultados de las obras públicas que por lo general se rompen a los pocos meses. A esas obras los vecinos las pagamos dos veces, primero junto con el impuesto municipal en aportes especiales a cuentas específicas y después la volvemos a pagar como frentistas cuando la obra pasa por nuestras casas”.
Nota correspondiente a la edición n° 426 del semanario La Jornada, del 24 de julio de 2016.
