Esta producción inaugura las actividades culturales propuestas por la Casa de la Cultura (Moreno 60) para las vacaciones de julio en Villa Carlos Paz. Está impulsada por el ciclo Cultura de Miércoles de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC). Se llevará a cabo el viernes 7 de julio a las 21 horas con entrada libre y a la gorra.
Martín Cabrera es actor, productor teatral y docente. Sus textos fueron el comienzo de este “encuentro” que se dio por llamar “Pañuelos de Tela”. “Es el resultado de un proceso de relatos que inicié desde muy chico para dar cuenta de las infancias que vivimos en los pueblos”, expresó.
“Es un espectáculo de relatos y canciones. No van a ver un espectáculo teatral con un formato tradicional, si no que rompe con la cuarta pared, que interpela, que conversa. Es busca generar un encuentro de actores y espectadores”, describió durante una entrevista en El Peor de los Pecados.
En esta obra las narraciones se vuelven universales y las historias se convierten en realidades de todos los pueblos del mundo con el matiz particular de las vivencias personales y únicas del autor.
“Pañuelos de Tela” es una producción del grupo de teatro Estambul, integrado por Cabrera y Guillermo Zigarán. Zigarán es músico, docente y el ex director de la murga Contraflor al Resto.
Cabrera define a esta propuesta teatral como un “encuentro de presencias” atravesado por las historias de las mujeres que “me han despertado algo durante la infancia”. Por eso, “este espectáculo se vuelve una bandera más en la lucha por la mujer”, aseguró.
El nombre remite a una de los personajes que aparecen en la obra: Doña Lisa, que “era una muy conocida llorona de los velorios de mi pueblo Recreo”, en la provincia de Catamarca.
“Pienso en los pañuelos colgados en la soga de mi casa y en la cantidad de patios en que los pañuelos vuelan ahora y se me vienen imágenes muy cálidas de lo que fue mi infancia”, rememoró el actor.
Estas historias de mujeres de un pueblo del interior profundo de nuestro país representan un viaje de vuelta a la niñez para los artistas en escena y los espectadores. “Tengo la más dura convicción que uno tiene que mirar atrás para saber a dónde va caminando. Esa es la tarea que tenemos los cuenteros, los narradores o los artistas en general poder evocar el pasado para proyectar el futuro y hacer del presente algo más genuino, que nos conecte más con nosotros mismos”, finalizó.
