Desde los primeros momentos después del cambio de gestión, las diferencias de prioridades entre el saliente Ramón Mestre y el actual intendente, Martín Llaryora, no fueron disimuladas.
En ese camino también se encuentran los controles de velocidad, que con puestos ubicados en diferentes espacios del ejido urbano de la ciudad de Córdoba habían modificado alguna que otra conducta.
Sin embargo, desde el 10 de diciembre los mismos no se están realizando. ¿Los motivos? Según fuentes oficiales, a los cinemómetros con los que cuenta el municipio les falta una homologación del gobierno nacional.
A su vez, sólo pueden ser utilizados por inspectores de tránsito que tomaron el curso, y “fueron muy pocos”. El anticipo oficial es que “se están cambiando modalidades”.
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