La Hotelera advirtió que la ordenanza sobre colectivos “no es la solución” del problema

El vicepresidente de la Asociación Hotelera y gastronómica, Mario Sansone, planteó una serie de dificultades derivadas de ordenanza que regula a los colectivos de gran porte. Sostuvo que el camino es “pensar en una ciudad turísticamente sustentable”.

Miembros de la comisión directiva de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Villa Carlos Paz (ASHOGA) expusieron hoy su preocupación por las modificaciones a la ordenanza 4325, referidas a las características, circulación y estacionamiento de vehículos de gran porte dentro del ejido municipal.

Reconociendo que es “un problema de larga data”, esta mañana el vicepresidente de la institución Mario Sansone alertó que “esto no afecta sólo al turismo estudiantil sino a todo el turismo de grupo que va en crecimiento”.

Apuntó a “la falta de un estudio de impacto económico y urbano” en vistas de una ciudad que en su misma Carta Magna se define como “turística”: “No estamos haciendo una defensa corporativa del sector puntual, sino del sector económico que genera riqueza en la ciudad.  Por supuesto que en particular tenemos problemáticas que atañen de diferentes maneras a una ciudad que no es lineal, que ha nacido y crecido alrededor de un río y un lago y la hace particularmente difícil desde el punto de vista de la circulación. Tampoco es un problema entre vecinos y empresarios (…) Es un problema del gobierno municipal en el cual estamos todos involucrados y donde el gobierno no puede mirar para el costado porque está para emitir las normas, hacerlas cumplir y tiene el poder de policía”.

Que es “un problema grave” y que requiere de “inversión, creatividad e imaginación”, al decir de Sansone, amplía la mirada sobre otros aspectos sensibles: “Hace más de treinta años que Villa Carlos Paz no genera infraestructura de servicio para turismo receptivo”.

Limitaciones

Por su parte la secretaria de ASHOGA, Carolina Sacilotto, expresó: “Conocemos de la problemática de los coches grandes, entendemos la necesidad de los vecinos, pero no entender que la ciudad es turística por su naturaleza y que el turismo tracciona a la ciudad en su conjunto, es desconocer nuestra identidad”.

Sobre la ordenanza, subrayó las principales conclusiones a las que arribaron los socios. “Primero afecta a la competitividad del destino porque el impacto directo es el aumento del costo, se necesitan dos o tres coches de menor tamaño para cubrir el traslado que antes hacía uno. Por otro lado no está garantizada la prestación del servicio; sabemos  que el parque automotor actual no está preparado para una cobertura de esta magnitud y no nos han dado garantías en este sentido. Entonces esperamos que las políticas públicas tengan en cuenta conceptualmente y de manera generalizada la problemática. Y creemos que la manera de lograr eso es con diálogo, consenso y participación del sector involucrado; cosa que eso no ha habido en este caso”.

A lo que Sansone amplió, como consecuencia de la reunión que mantuvieron en la tarde de ayer con funcionarios del gobierno: “El estado municipal fue concreto, está dispuesto a cumplir a rajatabla con la ordenanza y a ver los resultados, que se basan nada más que en resultados económicos. Es decir, si el flujo de estudiantes no se ve disminuido en este año –cuestión que no obedece a la problemática de cómo funciona este trabajo porque ya está todo prevendido- avanzaría hacia a una prohibición total de circulación” dentro del ejido urbano.

“Entendemos que el estado no puede mirar para el costado” enfatizó, al admitir que hubo un diálogo entre las agencias mayoristas y el gobierno sobre la implementación de esta segunda etapa pero que, a juicio de ASHOGA, es incompleta. “El estado no ha hecho nada más que prohibir cuando en realidad la prohibición no existe porque los colectivos de gran porte van a seguir circulando. Nosotros reclamamos que se comprometa con el problema al igual que el empresariado  para llegar a una solución (…) y no vemos que esta ordenanza sea la solución”.