#InformeBomberos – La realidad del cuartel de Malagueño

En 1997 un grupo de vecinos de la localidad de Malagueño fundó el cuartel de bomberos. Juan Molina, el actual jefe, se encontraba entre ellos con 16 años. Dedicó su vida entera al cuartel. Tomó distancia durante cuatro años por razones personales, regresó en el 2009 y en el 2011 asumió la jefatura.

En el año 1999 se consigue la personería jurídica para funcionar como Asociación de Bomberos Voluntarios. El cuartel contó desde el primer momento con el apoyo de los bomberos de Villa Carlos Paz: donaron la primera unidad y brindaron capacitación. Molina se refiere a ellos como “padrinos” de la institución.

Actualmente, cuenta con 22 bomberos, nueve son mujeres. Es el cuartel con más bomberas de la región. Además, tiene diez jóvenes de entre 15 y 17 años que son aspirantes menores. “De ahí nos nutrimos para conservar el número de bomberos o ir agregando, ya que pasan al cuerpo de aspirantes y empiezan la carrera que es el primer nivel de bomberos”, precisó Molina. “El número de aspirantes para iniciar el curso es bajo, pero los que hay quedan”, afirmó.

El cuartel optó por hacer el curso de formación en dos años. “Si bien la ley exige un mínimo de horas y máximo de un año, hemos optado por hacerlo en dos años porque la capacitación se hace los sábados debido a que todo el mundo trabaja”, explicó.

Los bomberos de Malagueño en estos últimos años atravesaron dos momentos de crisis institucional. El más reciente fue a fines de 2015 cuando renunció el expresidente de la comisión directiva Héctor Barrera, debido a presuntas irregularidades administrativas en el manejo de fondos del cuartel. “Es un problema común de todos los cuarteles los problemas administrativos y con la jefatura, hay jefaturas enquistadas”, aseguró Molina.

En 2011, se hizo cargo de la jefatura en otro momento crítico. “Asumí un cuartel que estaba en el suelo. Sin capacitación, sin personal. Eran siete personas, se fue mucha gente y había muchas cuestiones operativas que no iban”, relató.

La actual comisión directiva tiene un acercamiento diferente al cuerpo activo y ha hecho un arduo trabajo de poner en orden administrativamente la institución. “Hemos podido generar un espacio de convivencia entre comisión y cuerpo activo. Ellos dicen: ‘tenemos esta plata, ¿cuáles son las necesidades?’ y así debería funcionar. Tenemos que sacar los egos personales y tener en claro que trabajan para la comunidad y para bomberos. La razón de ser de un cuartel es el cuerpo activo”, remarcó.

Uno de los problemas con la comisión anterior era que el cuerpo activo desconocía el estado económico del cuartel. “Hasta perdimos un susidio por no tener las rendiciones entregadas. Se pudieron salvar esos problemas y volver al circuito de los subsidios. A nivel provincial se recuperó todo un año”, agregó.

El cuartel se mantuvo en funcionamiento operativamente durante el 2016 gracias a las capacitaciones que los bomberos dan en las empresas de la zona y el aporte del municipio. “Pedimos intervención al estado municipal. Ellos se mostraron dispuestos”, advirtió. La municipalidad de Malagueño aporta hoy en día alrededor de $6500 mensuales a los bomberos.

A pesar de que hubo momentos de “tirantez” en que el municipio había dejado de colaborar con los bomberos, Molina definió que “hoy en día es todo lo contrario, ha sido muy abierto el municipio y nos ha ayudado mucho económicamente y lo sigue haciendo”.

A pesar de todo lo que atravesó el cuartel en los últimos seis años, el balance de Molina es positivo: “Fue duro porque se tuvo que regularizar las cuentas. Si bien falta mucho creo que vamos por muy buen camino”. Se recuperaron los subsidios y se logró comprar equipamiento (equipos estructurales y una camioneta), hacer reparaciones en vehículos y obras de mantenimiento (se hicieron las instalaciones de gas natural).

Cuando asumió en el 2011 el cuartel sólo contaba con una unidad liviana en funcionamiento para cubrir 32 mil hectáreas entre las que se encuentra el basural a cielo abierto, más de 20 kilómetros de autopista y 15 kilómetros por C45. Además de los terrenos de la Reserva Natural Defensa de La Calera.

“Levantamos la flota de abajo y de apoco se fue adquiriendo equipamiento a raíz de un trabajo de necesidad”, recordó. Actualmente, cuentan con tres autobombas que se utilizan en incendios forestales y urbanos con capacidad de entre 2500 y 2800 litros de agua, un camión cisterna con capacidad de 12 mil litros, dos camionetas modelo 2011 y 2006 (una con kit forestal y otra para rescate liviano), un cuadriciclo y una motocicleta.

El cuartel está en vías de renovación de los equipos estructurales, ya que tienen equipamiento para todos los bomberos pero muchos están vencidos. “Faltan siete u ocho completos. Es poca la falencia que tenemos. Los equipos forestales están todos completos y logramos estandarizarlos con un mismo tipo de equipamiento que tiene certificación de norma NFPA”, aseguró. Tienen, además, once equipos autónomos, pero les faltan repuestos.

El principal medio de financiamiento surge de los subsidios de la nación ($900.000 aproximadamente) y la provincia ($240.000 aproximadamente en tres cuotas) y los recursos propios que se logran a través de las gestiones de comisión o la capacitación a las empresas grandes de la zona.

Los objetivos para este año que se propuso el cuartel son la renovación de parte de la flota para tener vehículos con 15 años de antigüedad como máximo, completar a todos los bomberos con los equipos estructurales y avanzar con la ampliación de las instalaciones. “Quisiéramos comprar herramientas nuevas y camiones 0 km pero los costos son carísimos. Mientras mantengamos el circuito de subsidios creo que se puede sostener y tenemos buenos proyectos de generación de recursos”, señaló Molina.

Están trabajando en una campaña de socios para sumar fondos que permitan llevar adelante las obras en el cuartel y mejoras operativas. “Buscamos la participación de la gente, más allá del aporte económico que la gente conozca cual es la función de los bomberos”, agregó.

Las alarmas que reciben principalmente son de incendios forestales y accidentes de tránsito. Sin embargo, se destaca una disminución importante de los incendios de baldíos en los últimos años. “Arrancamos con 400 alarmas al año y hoy hay entre 250 a 300. El trabajo en prevención ha ayudado que baje el incendio forestal y de baldío. Entre 80 a 60 alarmas de accidentes de tránsito, hay entre uno o dos incendios estructurales al mes, el resto son de vehículos o industriales”, argumentó.

Charlas de RCP (Reanimación Cardiopulmonar), talleres en escuelas primarias y secundarias para que los jóvenes sean agentes de prevención, relevamiento y asesoramiento casa por casa en zonas de interface, de los tanques en zonas rurales y de los caminos son algunas de las acciones preventivas que lleva adelante el cuartel.

Además, los bomberos de Malagueño mantienen un sistema de guardias de 24 horas. “Se sostiene con mucho esfuerzo. Hay días donde hay poca gente. Esto es propio de los sistemas voluntarios y de los cuarteles relativamente chicos”, indicó Molina. A su vez, especificó que los bomberos con pase a retiro que tienen son por razones netamente laborales.

La crisis institucional del 2011 implicó que se fueran varios bomberos. “Muchos de ellos volvieron. En el 2016 no se fue nadie. Logramos formar un equipo humano muy fuerte. El cuerpo activo tenía la necesidad de ver personas de la comunidad que apoyen a los bomberos generando fondos o administrando fondos”, precisó.

La estrategia central para levantar un cuartel en esas condiciones fue trabajar puertas adentro capacitando a los bomberos y desarrollando procedimientos de trabajo. “Fue un trabajo muy fuerte con la comunidad también. Porque mucha gente no confiaba en bomberos. Tuvimos que revertir una imagen de desprestigio y desconfianza de la institución. Fue demostrar y ver los bomberos en la calle y participando en la comunidad”, concluyó.

 

Cantidad de bomberos: 22 (9 mujeres)

Cantidad de alarmas anuales: entre 250 a 300

Móviles: tres autobombas: una modelo ’92 específica para todo lo que es urbano y dos del ’84 (una 4×4 Mercedes Benz habilitada para incendios forestales y estructurales y otra exclusiva para incendios forestales), un camión cisterna con capacidad de 12 mil litros (modelo ’79), dos pick up (modelo 2011 y 2006) una configurada con kit forestal y otra que se está equipando para rescate liviano, un cuadriciclo (modelo 2006) y una motocicleta (modelo 2015).

Equipamiento: todos los bomberos cuentan con equipos estructurales (algunos están vencidos, faltan renovar entre siete y ocho) y forestales (pantalón, chaqueta, cascos, guantes y botas). Tienen 10 equipos autónomos para respirar en atmósferas contaminadas. 

Cantidad de socios: No fue precisado. La población es de 15.000 habitantes.

Costo operativo mensual del cuartel: 20 mil pesos

 

Nota correspondiente a la edición n° 475 del semanario La Jornada, del 23 de julio de 2017.

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