Este jueves, los concejales Jorge Lassaga (CPST), Carlos Quaranta (CPI) y Daniel Ribetti (CPD) asistieron a una reunión del centro vecinal Sol y Río invitados por las autoridades.
Durante el encuentro los vecinos plantearon las principales problemáticas del sector. Peligrosidad de la avenida Cárcano, inseguridad y mantenimiento de calles se ubican al tope de los reclamos.
Luego los ediles recorrieron la reserva natural y la zona del polideportivo y culminaron en el balneario de Sol y Río.
Allí constataron la ‘extraordinaria falta de planificación’ del municipio, según afirmó Ribetti.
El concejal de Carlos Paz Despierta detalló que en la reunión del centro vecinal “se expuso la necesidad de avanzar en la solución de algunas problemáticas crónicas con las que cuenta el sector”.
“Como tema central surge la peligrosidad de la Av. Cárcano, la alta velocidad con la que circulan los automovilistas y motociclistas, la falta de control y la dificultad que esto representa para integrar ambas márgenes del barrio, la del río con la de la montaña, la primera con un perfil altamente comercial y la segunda residencial.
Como en la mayoría de los centros vecinales que integran ladera de montaña en la zona sur, el mantenimiento de las calles es otra problemática central, en esta época de lluvias, transitarlas es una verdadera odisea para conductor y un gran desafío para los vehículos que se ven afectados rápidamente por transitar en estas condiciones. La seguridad, mejor dicho la falta de seguridad, la necesidad de mejorar el alumbrado y la ausencia de la consigna policial en el edificio contiguo al centro vecinal fueron parte de la conversación y son temas que inquietan desde hace tiempo a quienes viven en la zona, temas, que aún esperan ser incorporados en la agenda municipal”, repasó.
Sobre la visita a la reserva natural y al polideportivo del barrio, donde funcionan las piletas públicas municipales con la escuela de verano, Ribetti consideró que “se veía muy bien a los chicos disfrutando de un espectáculo de circo, pero lo que no se veía bien es el estado de la reserva natural”.
“Se encuentra invadida por especies exóticas con lo que va perdiendo paulatinamente su carácter de ambiental original, allí falta mucho trabajo de mantenimiento para readecuarla y restituirla. Hace falta una pronta intervención en la zona pero dirigida por algún profesional de manera que el mejoramiento se haga respetando las técnicas para garantizar la supervivencia de las especies nativas. Según nos expresaron, esa reserva, antaño, era utilizada como recurso didáctico por las instituciones educativas vecinas, últimamente, el abandono impide el acceso y el uso educativo del sector”, advirtió.
En cuando al balneario de Sol y Río relató que, “encontramos a trabajadores realizando obras significativas en plena temporada”.
“Eso refleja una extraordinaria falta de planificación, hace casi 9 años que están en el gobierno y al igual que otras tantas cosas, se ponen a hacerlas en plena temporada, el baño del Paseo de los Artesanos inaugurado hace una semana, la sala de espera de la Terminal cerrada por arreglos durante todo enero y la gente tirada en los pasillos, el boopler del puente, clausurado en el pico de la temporada por un ‘error de diseño’. El problema con hacer las cosas así es que todo dura menos y cuestan más. Es una pena”, apuntó.
Asimismo planteó que, “también vimos el edificio abandonado del Centro Arqueológico que espera desde 2015 ser puesto en valor, la isla de los morteros atiborrada de especies exóticas invadiéndolo todo, canillas perdiendo agua, todas, los desagües de las nuevas bachas y asadores que escurren al cauce del río”.
“En conclusión tenemos una suerte extraordinaria, hablando con turistas quedan impactados por la belleza del balneario urbano más largo que tiene la ciudad, el potencial de Sol y Río está desaprovechado, eso quita posibilidades de desarrollo a los comerciantes del sector y al barrio en general. Las obras me parece que son necesarias, pero llegan tarde y son inoportunas. No nos deberíamos acostumbrar a pensar que es mejor eso a nada. Hace mucho tiempo que estas cuestiones están planteadas en un contexto de presupuesto superavitario y con 630 millones de pesos para pensar tranquilos la ciudad. ¿Es necesario actuar así?”, finalizó.
