Se desarrolló este viernes en la Cámara Séptima del Crimen la quinta audiencia del juicio por el femicidio de Ingrid Vidosa.
La joven fue asesinada de un disparo en la nuca el 24 de agosto de 2015 en el Cerro de la Cruz de Villa Carlos Paz.
Su ex pareja, Marcos Haye, es el único acusado. Está imputado de homicidio triplemente calificado (por el vínculo, por alevosía y por mediar violencia de género).
Hoy declararon, a pedido de la fiscalía y la querella, dos integrantes de la dirección de Investigaciones Operativas de la Policía Judicial, y un puestero promovido por la defensa.
El juicio entró en su etapa final, y estiman que posiblemente el viernes próximo, tras los alegatos, el jurado popular podría dictar sentencia. Si Haye es encontrado culpable de femicidio la única pena que le cabe es la cadena perpetua.
“Disfrutó con su muerte”
Al término de la audiencia, Carlos Nayi, el abogado querellante que representa a los padres de Ingrid, Mirtha Ramallo y Carlos Vidosa, realizó una valoración positiva del desarrollo del juicio hasta el momento.
“La prueba está prácticamente colectada. Existe un abundante material probatorio y entendemos que estamos frente a una causa de femicidio. La justicia debe dar una respuesta a la familia de Ingrid”, dijo. E indicó que, “la defensa tiene una sola chance de procurar aliviar la situación procesal apuntando a una incapacidad transitoria de no saber lo que estaba haciendo a partir de una lesión neuronal que pueda distorsionar el patrón conductual”.
De todos modos, consideró que esta posibilidad no tiene sustento a partir de las pruebas recogidas. “Luego de haberla ejecutado Haye usó su celular para desviar la investigación, enviando mensajes para encubrir o disfrazar el homicidio de suicidio. Además se suma la confesión de un interno (al que Haye le habría confesado el crimen). Él sabía lo que hacía, la ejecutó de manera planificada, disfrutó con su muerte y no se arrepintió”, subrayó.
Por estos motivos sostuvo que, “no hay más alternativa que prisión perpetua y que Dios se apiade de él”.
“Llegó la hora de la verdad”, afirmó.
Los testigos
Los efectivos de la dirección de Investigaciones Operativas de la Policía Judicial dieron precisiones sobre el uso de las líneas telefónicas de Ingrid y de Haye y las imágenes que surgen de las cámaras de seguridad de la zona.
En este sentido, se determinó que el día anterior al asesinato se registraron numerosas llamadas de Haye hacia Ingrid, y de la joven hacia su familia. Además, se pudo precisar que el acusado también usaba otra línea, prepaga, para llamar a Ingrid.
Un dato clave es que el celular de Haye fue reseteado el 24 de agosto a las 21,34, por lo cual toda la información anterior fue eliminada.
En relación a las cámaras, las del boliche Khalama, del kiosco ubicado en ‘El Burrito’ y las de la boletería del complejo Aerosilla muestran a la pareja cuando subía hacia el Cerro de la Cruz.
Más tarde, las cámaras ubicadas en la estación de servicio YPF ‘Giordano’, muestran a Haye caminando solo por la avenida Cárcano hacia el centro.
En cuanto al puestero, declaró que vio a Ingrid aproximadamente a las 16 cuando se acercó al kiosco a comprarle un agua.
Su testimonio fue bastante confuso.
“Totalmente descontextualizado y sin ningún valor. Todas sus expresiones fueron demolidas por la prueba. A esa hora Ingrid estaba en otro lugar. Estamos a un caso de falso testimonio, quizá por querer ganar protagonismo o una confusión momentánea”, consideró Nayi.
