El incendio y los humos del basural llegaron hasta los medios provinciales. Teniendo en cuenta la dimensión que estaba tomando la noticia, el municipio –que no venía diciendo nada sobre el tema- tuvo que salir a brindar alguna explicación.
Primero, a través de una gacetilla, se planteó que la obra del Centro Ambiental está avanzada en un 70 por ciento. “A partir de la puesta en funcionamiento de este Centro Ambiental, prevista en 120 días, se producirá el cierre definitivo del basural, que opera hace más de 58 años. Esta obra significa una inversión de $188.403.897,59 financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo a través del Ministerio de Turismo de la Nación”, detalla el escrito.
Luego, el secretario de Desarrollo Urbano Ambiental, Horacio Pedrone, salió a ratificar en distintos medios de comunicación el mismo eje argumental, diciendo que con la obra se llegará a una solución definitiva. “Somos muy optimistas pensando en que dentro de 120 días vamos a contar con todas las obras terminadas y particularmente con uno de los trabajos que se está haciendo, que es la mitigación y cierre del actual basural a cielo abierto”.
Las explicaciones municipales prácticamente nada dicen de la emanación de gases. “Nos preocupa la emanación de humos, que son provocados por la combustión permanente de los residuos”, se limitó a decir Pedrone en contacto con algunos medios locales.
Y añadió que el municipio “ha contratado maquinara pesada”. “Tenemos una Caterpillar DC8 y la semana que viene, con un aporte del gobierno provincial habrá otra maquinaria. Además, hemos tenido la comunicación por parte de la empresa que está trabajando sobre la mitigación y cierre del basural de que entre el 10 y 15 de febrero ellos comenzarían con la última etapa”, dijo.
Estimó que hay “entre 1,5 y 2 millones de toneladas de basura” y aclaró que el fuego se produce por autocombustión y nadie lo está provocando. “El que tenga alguna duda, lo único que tiene que hacer es acercarse”, indicó.
Nota correspondiente a la edición n° 499 del semanario La Jornada, del 29 de enero de 2017.
