Fortalecido por retener la mayoría en la Cámara de Senadores, que renovó poco más de un tercio de sus integrantes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró que las elecciones de medio término concluidas este martes fueron “un éxito tremendo”.
Por el contrario, se confirmó que los demócratas, que contaron en pleno con el expresidente Barack Obama en la campaña electoral, fueron recuperando bancas en la Cámara de Representantes, buscando ser mayoría en los próximos años, que también serán claves en la gestión presidencial.
Con facilidad, supera los 218 escaños necesarios (se votaron los 435 representantes) para contar con la mitad más uno de los votos y comenzar a construir una agenda propia.
Al menos treinta bancas cambian de manos en la Cámara Baja (entre ellas las de Península de Florida y Virginia), y pasan a romper la hegemonía en el control del poder en la agenda legislativa.
Los demócratas retoman también la Gobernación de Illinois, de la mano del multimillonario Jay Robert Pritzker, que declaró haber puesto 150 millones de dólares de su bolsillo para la campaña. Allí, en uno de los estados clave, desbancó al republicano Bruce Rauner.
De la mano de Trump, eso sí, el espacio gobernante logró menguar una caída en comicios legislativos que le es propia a todas las gestiones en el norte americano, en elecciones que suelen ser un muestreo para la población.
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