Los hechos de inseguridad en la ciudad de Villa Carlos Paz no cesan. Días atrás las noticias llegaban desde el barrio las 400 Viviendas, en donde están solicitando de manera urgente la presencia policial.
Hoy la misma situación se da en Villa del Río. Los hechos de inseguridad son una constante y los vecinos se sienten cada vez más desprotegidos.
“Es terrible lo que nos está pasando, esto es algo que no tiene límites porque se da todos los días. Todos los días un robo. Uno transita cada día las calles del barrio y los vecinos no dejan de quejarse por los robos que sufren”, expresó Marcelo Iriarte, presidente del centro vecinal.
“El problema más grave que tenemos es que no contamos con policías en el barrio, no recorren el barrio. Necesitamos mayor seguridad. Si esto pasa ahora no queremos ni pensar cuando estemos en temporada, que respuesta vamos a tener”, reclamó.
Y continuó, “acá hay vecinos que tienen propiedades para alquilar, que invierten para salvar y solventar los gastos en invierno, pero no contamos con presencia policial y eso para nosotros es un grave problema. Lo único que rescato es Seguridad Urbana que vemos que recorrer las calles y hacen lo que pueden”.
Iriarte remarcó que esta situación se viene dando desde hace ya algunos meses: “Hemos tenido un invierno bastante crítico. Viene pasando desde hace un tiempo y esto nos duele porque uno viene trabajando para que Villa del Río esté bien visto y se lo conozca. Nosotros trabajamos gratuitamente, ponemos mucho empeño y sacrificio y quienes deben cuidarnos y protegernos no aparecen por esta zona.
Invito al jefe de patrulla y al jefe de policía que vengan a Villa del Río y nos expliquen por qué pasa esto de no tener seguridad”.
Hasta el momento, dijo, el diálogo con las fuerzas policiales es nulo: “los vecinos van y denuncian pero muchos se preguntan para qué denunciar si no tenemos respuestas y creo que a veces uno lo tiene que entender.
Nosotros les pedimos que denuncien pero ellos se cansan de ir, hacer fila y esperar. Es una situación complicada”.
Por último, afirmó que, “al 80% de las casas del barrio han entrado a robar. Hay cuadras que han sido arrasadas y no ha quedado ni una sola garrafa. Esto hace mucho daño al trabajador que se levanta cada día con esfuerzo y sacrificio y en un ratito se ven desbordados”.
