El consejero delegado de Apple, Tim Cook, presentó en la ciudad estadounidense de Cupertino el iPhone X -la nueva versión del smartphone-, que con sus bordes mínimos y sin el tradicional botón de inicio le da un gran espacio a la pantalla.
Tal como se supo a partir de filtraciones durante los últimos días, en el iPhone X la pantalla ocupa casi toda la superficie frontal del móvil, ya que no tiene el tradicional botón de inicio -por primera vez desde que el primer iPhone salió, en 2007-, una decisión que sigue a la que han tomado competidores como LG, Samsung y Xioami, entre otros.
Además, elimina los bordes que enmarcaban la superficie táctil y le da así más espacio a la pantalla OLED de 5,8 pulgadas, que tiene tecnología Super Retina y una resolución equivalente a 2436 por 1125 píxeles.