Por Valeria Flesia
En 2014 el Paicor cumplió 30 años y significó el encuentro de dos grandes fuerzas políticas como son radicalismo y peronismo ratificando una política de Estado. Hoy, a 32 años de su nacimiento, el Paicor vira en su implementación provincial y se pone bajo la dirección de las municipalidades y comunas. Un cambio no menor teniendo en cuenta el objeto de su exitosa permanencia: la alimentación de niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social para contribuir a su desarrollo integral como personas.
El Programa de Asistencia Integral de Córdoba, sigla ya integrada en un vocablo que pertenece al léxico cordobés, Paicor, fue creado en 1984 durante la gobernación del radical Eduardo César Angeloz y significó una versión cordobesa del PAN (Programa Alimentario Nacional) que implementó paralelamente Raúl Alfonsín a nivel nacional.
Surgido de la emergencia ante lo que se señalaba como una de las consecuencias sociales de la dictadura militar, el Paicor se fue quedando ante el fracaso de otras políticas que venían a mitigar la pobreza.
Contener a los niños y hacerlo dentro de las escuelas no se corresponde ni antes ni ahora con una política clientelar sino, por el contrario, es un impulsor de la movilidad social en cuanto a que esos niños terminan el ciclo escolar recibiendo alimentos de calidad mientras están allí y ambas perspectivas, alimentarse y educarse, marchan a la par sosteniéndose una a la otra.
El programa Paicor, una de las políticas de Estado que ha sobrevivido a los cambios de signo político en el gobierno de Córdoba desde el advenimiento de la democracia en 1983, forma parte de la historia alimentaria familiar de los sectores más vulnerables en Córdoba ubicando su funcionamiento institucional dentro de la escuela. Para muchos de los niños y jóvenes que lo reciben significa el plato nutricionalmente “más fuerte” del día y se ha debatido en profundidad sobre los sentidos propuestos por parte de los sujetos y del Estado al configurar el espacio donde este alimento es brindado: día tras día durante el ciclo escolar y en la escuela.
Es importante también recordar, ante esta perspectiva de cambio, los alcances de la alimentación en un sujeto. El alimento hace al sujeto desde lo biológico aportándole energías naturales que le son indispensables para subsistir pero, asimismo, lo interpela desde lo social y crea subjetividades. Al comer, se participa de un sistema en el que intervienen el tipo de alimentos y el modo de cocinarlos que son particulares del grupo social que lo comparte y eso implica una visión del mundo y una configuración de la trama social. Brindar alimento a una persona en formación no es sólo intervenir en su constitución física, es mucho más y, desde esa perspectiva, se comprenden las expectativas y ansiedades que despiertan los anuncios de cambios en el presente del Paicor.
Los cambios propuestos
El Paicor hoy asiste a niños y jóvenes en más de 3700 establecimientos educativos a lo largo y ancho de toda la provincia. El alimento provisto llega a las mesas de los comedores escolares a través de dos sistemas, el llamado de “comedor tradicional” con personal de cocina y ayudantes en las escuelas que cuentan con la infraestructura necesaria. El otro sistema es el llamado “racionamiento en cocido” por el cual los alimentos llegan a la escuela listos para ser consumidos con personal que se encarga de su servicio y distribución.
Esta última tipología está destinada a aquellos establecimientos escolares que no cuentan con la infraestructura necesaria para poder tener “comedor tradicional” y son brindadas por empresas seleccionadas mediante licitaciones públicas y que elaboran los alimentos siguiendo estrictas indicaciones del estamento gubernamental que conduce el Paicor.
El pasado 13 de abril de 2016, el gobernador Juan Schiaretti presidió la firma del llamado Acuerdo Federal entre el gobierno de la provincia y los municipios y comunas del interior provincial. En su definición general el acuerdo promueve “el fortalecimiento del federalismo y el empoderamiento de los gobiernos locales”.
El articulado del acuerdo propone distintos cambios en la relación entre el gobierno central y los municipios y comunas, cambios que incluyen la transferencia de ciertas áreas que hasta ahora correspondían a la provincia así como el otorgamiento de fondos para la optimización de servicios bajo las órbitas municipales y la condonación de deudas que los municipios tenían con la provincia. Entre la creación de programas se habla de un “fondo de desarrollo urbano; un fondo para la construcción, reparación, mejora y/o ampliación de redes de agua potable, gas natural, cloacas y/o desagües, así como a la distribución del Fofindes y la ratificación de acuerdos preexistentes”.
Entre estos importantes cambios se alcanzó al Paicor con una propuesta que ya había provocado innumerable cantidad de trascendidos y quejas airadas por parte de dirigentes históricos de la UCR que veían en la perspectiva de cambio un posible final para un programa que ya se tiene como una política de Estado y de la cual los radicales se sienten padres.
Intendentes y jefes comunales de localidades más pequeñas y con menos recursos también se habían mostrado temerosos ante un cambio obligado que los pondría en situación de responder por la alimentación de los niños y jóvenes de su pueblo en situación de vulnerabilidad, cuestión, hasta el momento, salvada por la gestión provincial.
La cuestión comenzó a dirimirse con el anuncio del gobernador y la perspectiva de aceptación que se planteó para cada intendente y jefe comunal. En efecto, los mandatarios de cada localidad podrán adherir a la propuesta referida al Paicor que plantea el Acuerdo Federal que, por otra parte, propone enviar los fondos para la descentralización de una parte del programa Paicor a través de la coparticipación y de una manera similar a como se distribuye el Fodemep.
Estrictamente, el Acuerdo propone que “los Municipios y Comunas que no tuvieren sistema de racionamiento en cocido, podrán adherir mediante un convenio específico para la transferencia de los recursos necesarios a fin de llevar adelante el proceso de adquisición, elaboración, alimentación y servicios alimentarios, en marco del `programa P.A.I.Cor. con acreditación automática junto a la coparticipación.”
Del texto divulgado por la provincia de Córdoba se explicita que se firmarán acuerdos personalizados con cada municipio o comuna que quiera adherir y que no se descentraliza el servicio de “racionamiento en cocido”, es decir aquel brindado por empresas que, por otra parte, ya cuentan con sus contratos tras haber ganado las respectivas licitaciones, sino que propone asumir la responsabilidad del servicio llamado “comedor tradicional”.
Este servicio, en particular, propone entrar en contacto con proveedores de materia prima para la elaboración de los alimentos de los menús, supervisión de elaboración, condiciones de elaboración, etc., en las propias cocinas de las escuelas.
No se ha brindado mayor información en cuanto a detalles del traspaso, pero a grandes rasgos, estos serían los cambios que registra el programa.
En Villa Carlos Paz
De acuerdo a la información brindada por la coordinación del Paicor, en Villa Carlos Paz el programa está presente en 22 establecimientos y la cantidad de niños y jóvenes que reciben alimento es de 2536. De esta cantidad deben deducirse aquellos que tienen el sistema de “racionamiento en cocido” brindado por empresas que alcanzan a ocho establecimientos educativos. Estos son la escuela Grimberg, el Eva Duarte y el jardín de las 400 viviendas, la nueva escuela PROA, el Ipem de Colinas y la escuela Isla de los Estados primaria y jardín de infantes. Por otra parte, el Manuel Belgrano de Costa Azul participa mediante otro sistema no contemplado hasta aquí que es el de módulos alimentarios que se reciben mensualmente.
El resto de los establecimientos cuenta con el sistema de “comedor tradicional” y serían afectados a los cambios propuestos en el acuerdo que fue rubricado por el intendente Esteban Avilés la semana pasada. Luego de la firma del acuerdo con la provincia, Avilés evaluó esta propuesta del gobernador Schiaretti como positiva. “Es importante que el gobernador diga que nos necesita y que nosotros podamos trasladarle nuestras inquietudes”, indicó a Carlos Paz Vivo!.
Además, indicó que confía en que su equipo de trabajo va a poder “cuidar y optimizar los recursos” y señaló que tiene el compromiso del gobernador para que “si hay que ajustar algunos números se hará”.
No expresó específicamente cuál es la propuesta provincial en cuanto al costo de la ración por niño que ya se está dando de manera eficiente y porqué aventura alguna clase de desajuste. “Yo soy municipalista”, destacó al refrendar su acuerdo con que los lineamientos de trabajo en cuanto a la asistencia de Paicor pasarán por las manos municipales. “La plata y los empleados siguen bajando desde la provincia”, insistió.
En cuanto a los números fruto de un trabajo que, según señaló, viene haciendo su equipo, dijo: “Tenemos 1200 chicos dentro del Paicor en las distintas modalidades y estamos armando con el equipo de gobierno la metodología de traslado y poner una fecha cierta para realizar el traslado”.
Consultados distintos actores que trabajan en la gestión provincial de Paicor en la zona, indicaron que desde el municipio no se les ha requerido ninguna información sobre la dinámica de trabajo o los números sino que se han comunicado directamente con las escuelas para recabar algunos datos.
Tampoco se ha indicado desde el municipio quién será la persona o personas encargadas de la coordinación del servicio que implica contrataciones y una logística muy estricta para cumplir con una demanda tan importante como es la alimentación diaria de niños y jóvenes.
Desde las escuelas
María Elena Marconi, directora de la escuela Bernabé Fernández, fue consultada por Villanos Radio 100.7 acerca de esta perspectiva de cambio que alcanzará a ese establecimiento entre otros que cuentan con el “comedor tradicional”.
Sostuvo, en principio, que tenían la adhesión de Villa Carlos Paz a este cambio como un trascendido pero “nadie se comunicó oficialmente con nosotros para contarnos qué va a pasar”. Contó que desde la municipalidad se comunicaron la última semana de abril recabando datos sobre “la cantidad de raciones que se brindan a los niños y si teníamos cocineras y otro personal. Sólo preguntaron pero no brindaron ninguna otra consideración sobre lo que pueda venir”.
Otra de las consultas que se le realizó a la directora y que ha constituido un foco de consulta más volcado hacia los medios que hacia el interior de las escuelas es la cuestión del padrón del Paicor: quiénes reciben el beneficio y quiénes no. Marconi explicó: “El padrón de Paicor existe desde que existe Paicor, lo que se va renovando son los chicos y la cantidad de autorizaciones. Hoy lo que ha cambiado es la forma de adherirse que es digital, hay que bajar el padrón digital, la planilla y luego enviarla, etc. Aquí tuvimos sólo un inconveniente que recuerde, tres hermanos de los cuales se había autorizado sólo a dos para su ingreso al comedor pero se habló por teléfono y se pudo solucionar porque era un error administrativo. Las inscripciones se hacen por teléfono, online o los papás también van a Rentas de Villa Carlos Paz donde los asesoran para completar la planilla en el Cidi.”
Desde otra fuente consultada sobre la confección del padrón de Paicor indicaron que se confunde a veces cuáles son las variables que se tienen en cuenta para acceder al beneficio. No se tienen en cuenta sólo ingresos familiares sino otra información que surge de Rentas, Afip, Registro del Automotor, Bancos públicos y privados, etc.
Una vez que se cruzan todos esos datos se trata de conseguir un perfil económico lo más cercano posible a los ingresos de un grupo familiar. “No es lo mismo una familia con dos niños que tiene casa propia y dos ingresos que sumen una cantidad equis que una mujer con dos niños que gana lo mismo pero alquila”, advirtió.
Se intenta, según aseguran, mantener el espíritu del programa Paicor que nació para brindar asistencia a niños y jóvenes en situación de real vulnerabilidad para brindarles la posibilidad de un mejor futuro.
Asimismo, desde las direcciones de los distintos establecimientos escolares pueden brindar información a la repartición gubernamental en cuanto a niños que deben ser incorporados o que deben salir del padrón de Paicor.
En la escuela Bernabé Fernandez reciben el Paicor 182 niños. “En nuestra escuela el servicio es excelente y para nosotros tiene que ver con que tenemos cocineras desde hace muchos años y cocinan comida casera, rica, sana, hay mucha higiene. Hemos tenido mínimas cuestiones, algo que a algún nene le pareció que estaba frío, o algo que no le gustaba a alguno pero en general es todo muy bueno”, asegura la directora quien está desde que se inició el programa: “Yo creo que es un programa muy útil. Como todos los programas, hay algunos que se aprovechan y no lo necesitan, pero son los menos”.
Otra de las críticas que alcanza al Paicor proviene de los docentes que dicen que “la escuela está para enseñar y no para otra cosa” por lo que no les corresponde atender a los alumnos mientras reciben los alimentos.
En este sentido, María Elena Marconi expresó su opinión que se refleja en lo que sucede en la escuela en el momento del almuerzo: “Las escuelas estamos para enseñar y en cuanto a esto el comedor también es un espacio de aprendizaje: tengo que comer con otro, tengo que cuidar la comida, tengo que valorar la comida, muchas cosas que también la escuela debe aprovechar para el aprendizaje”.
En cuanto a las expectativas, Marconi se mostró cauta: “Espero que todo siga como hasta ahora teniendo en cuenta que cuando hay inconvenientes se la agarran con las escuelas y no con quien implementa el servicio. Creo que sería oportuno que ya las escuelas nos pongamos al tanto de lo que va a pasar. Sería para mi riesgoso dar una opinión de cómo va a ser algo de lo cual no tenemos ningún dato, sólo esperamos que siga como hasta ahora”.
Nota correspondiente a la edición n° 415 del semanario La Jornada, del 08 de mayo de 2015.
