1976-2016: el déjà vu argentino en materia económica, política y social

Por Evelina Ramírez

El déjà vu es un término francés que significa “ya visto”. El concepto describe la sensación que experimenta una persona al pensar que ya ha vivido con anterioridad un hecho que, en realidad, es novedoso. El responsable de acuñar el término fue Émile Boirac, un parapsicólogo francés que nació en 1851 y falleció en 1917.

Pareciera que Argentina está viviendo un déjà vu´. En materia policía, económica y social. El recetario neoliberal vuelve aplicarse en nuestro país. Y otra vez de manera brutal.

Coopi - Tertulia deja vu - Rinaldi y Tatián (3)Con la idea de reflexionar sobre el actual contexto político económico de la Argentina y su relación con el 24 de marzo de 1976, la Cooperativa Integral llevó adelante una nueva tertulia que llevó como título “1976 – 2016: Argentina y su déjà vu”.

Las disertaciones estuvieron a cargo de José María Rinaldi, contador y profesor de grado y posgrado Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba; y de Diego Tatián, decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba.

Cada uno, desde su disciplina, abordó los paralelismos que pueden establecerse entre el actual gobierno nacional -en manos de dirigentes de la derecha más recalcitrante- y quienes emprendieron el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, durante la última dictadura cívico militar. Hubo público de distintas edades que escuchó con atención las exposiciones de los profesionales.

Coopi - Tertulia deja vu - Rinaldi y Tatián (2)El primero en exponer fue Rinaldi, quien sostuvo que la política económica que está llevando adelante el gobierno de Mauricio Macri se propone “desandar lo andado” y estableció un parangón con lo que se hizo a partir del 2 de junio de 1975 cuando el por entonces ministro de Economía Celestino Rodrigo, dispuso un ajuste que duplicó los precios y provocó una crisis en el gobierno de Isabel Martínez de Perón.

Recordó a la Comisión Trilateral formada en 1973 y que reunió a 350 mil científicos de Europa, Japón y Estados Unidos. De allí nació el diseño de un “nuevo mundo”. El orden económico mundial se estructuró en primer mundo (países industrializados), el segundo mundo (países petroleros), tercer mundo (países productores de alimentos) y el cuarto mundo (los que no tienen ni petróleo ni alimentos; los desahuciados).

“La visión de Celestino Rodrigo fue incorporar a nuestro país a esa división internacional del trabajo como país agroexpotador. Llevó adelante un tarifazo del 180%, devaluación del 160% y congelamiento de las paritarias. ¿No sé si les suenan las medidas”, interrogó Rinaldi a la audiencia e ironizó: “Más que déjà vu, esto parece ‘Freddy el retorno de la pesadilla’”.

No obstante marcó una diferencia: el rechazo generalizado y contundente del movimiento obrero organizado que tuvo como consecuencia la renuncia de Rodrigo.

En la misma línea comparó el momento actual con el anuncio del plan económico llevado adelante por el ministro de economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, anunciado el 2 de abril de 1976.

“El diagnóstico que hizo Martínez de Hoz es que la economía estaba bien. No hablaba de ‘herencia’. Él decía que el error estuvo en que el país pretendió industrializarse. Y apeló de nuevo a la comisión Trilateral. ‘Yo voy a hacer lo que me dice la comisión Trilateral, que es producir alimentos’. Y decía que íbamos llegar a los 100 millones de toneladas de granos. Recién en el 2012 llegamos a ese número, con el boom agropecuario del siglo XX. Además decía que había que apagar tres incendios: la inflación, la deuda externa y la recuperación de la actividad económica. ¿Les suena eso?”, volvió a preguntar Rinaldi al auditorio.

El economista sostuvo que la actividad económica en 2015 creció 2,1% y este año, el PBI será a una tasa negativa. “Del 2003 al 2015, será la primera vez que tendremos un PBI negativo. Argentina tuvo desaceleraciones, que llegaron a ser del 0,48% en su versión más baja. Pero por primera vez en la historia de la economía argentina hubo un periodo tan largo e ininterrumpido que más que duplicó el PBI”, dijo y remarcó: “Ese es un dato que es irrefutable. Pero si quieren ver cisnes negros, es otra cosa”.

En este sentido habló que hoy los medios dominantes realizan un “fabuloso proceso de distracción”. “La actitud de la gente ante el nuevo paradigma económico es variada. Está el que se encuentra desencantado tempranamente y el que dice ‘no me importa pagar 2 o 3 mil pesos la luz, si (Lázaro) Báez y (Ricardo) Jaime van a estar presos’. Hay distintas sensaciones y es importante ver cómo lo imponen los medios, sobre todo los dominantes”.

 

Discurso social y hegemonía

Como doctor en ciencias de la cultura, Diego Tatián hizo hincapié en cuestiones vinculadas a los discursos sociales, el imaginario colectivo y la construcción de hegemonías. Tuvo frases provocadoras sobre las cuales, al final de su disertación, fue interrogado. También dio definiciones sobre lo que considera que es el macrismo y los desafíos que se plantean al interior del campo popular a la hora de pensar en alternativas de acción.

“Voy a decir una cosa arriesgada –anticipó-. Yo creo que estamos frente a un grupo de tareas gerencial cuyo único cometido es reinsertar a la Argentina en el circuito financiero internacional de donde el gobierno anterior osó sustraerla parcialmente. Eso es todo. Por eso la premura, la rapidez, la brutalidad del desmontaje. No es que se están equivocando y que le salen mal las cosas. Vinieron a hacer esto”, dijo.

En esa línea, sostuvo que “al macrismo no le interesa perseverar en el poder”. “En primer lugar, no hay macrismo. Hay un señor que se llama Mauricio Macri, que por una coyuntura histórica concreta, un antikirchnerismo de muy distintas calidades, con el soporte de un partido popular, de un viejo partido tradicional, que es el radicalismo, que de manera imperdonable históricamente, pone a disposición de la peor derecha que ha habido en la Argentina todo su aparato, sin el cual Macri se tiene que quedar con el guatero de boca. Eso no es macrismo. Hay un señor que está haciendo una tarea”, afirmó.

Y cerró la idea añadiendo: “La tarea no es permanecer en el poder, sino lograr cuanto antes esta tarea que vinieron a realizar y después, si hay que abandonar el gobierno, hacerlo. Después de eso, crear una transición hacia una alternancia más política que administre la obra consumada”.

Sostuvo que, “hay una destrucción de la libertad de expresión y de la decencia judicial (prefirió esa conceptualización antes que hablar de “independencia”). “Cuando eso sucede, no se hace falta Ejército. Están cumpliendo el mismo papel que en la década del 70 cumplieron las Fuerzas Armadas”, consideró.

En cuanto a “cómo salir del atolladero”, Tatián bregó por “salir de la nostalgia”. “No tiene que haber ningún anhelo de repetición. Si podemos dejarnos inspirar frente a una herencia, pero hay que apelar a la invención, a la novedad. Lo voy a decir en criollo: de este atolladero no se sale con kirchnerismo. Si hacemos eso, vamos a terminar en un espacio testimonial. Hay que construir mayoría y reconstruir una hegemonía y hacerlo de una manera inventiva, sin pereza, contra la nostalgia y la repetición. Disputar el pasado, el presente y el futuro”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 412 del semanario La Jornada, del 10 de abril de 2015

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here