Gispert: “No ha sido un año fácil pero vamos a terminar con las cuentas equilibradas”

Por Alejandro Gómez

El Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz aprobó en su sesión del jueves pasado, un importante número de proyectos que tendrán impacto directo en la economía local. Se trata del Presupuesto y la Tarifaria 2016, y las propuestas de actualización de costos de los servicios de taxis y remises, transporte urbano, agua y cloacas (ver página 4).

Si bien el cuerpo legislativo les dio recién un primer aval y aún falta la audiencia pública y la aprobación en segunda lectura de cada uno de los proyectos para que entren en vigencia, está claro que no sufrirán modificaciones significativas.

En este contexto, el presidente del Concejo, Walter Gispert, accedió a hablar sobre las razones de los aumentos, de la situación económica del municipio, y de las perspectivas económicas que se abren a nivel nacional a partir de la elección de Mauricio Macri como nuevo presidente.

“Como hicimos en 2014 para 2015, decidimos tratar toda la adecuación de las tarifas en un solo paquete en este momento, porque entendemos que las empresas de servicios públicos deben tener la nueva tarifa cuando se inicia el año porque es el momento de mayor actividad económica, y esto les permitirá tener una mayor recaudación para un año que se presupone al menos incierto”, señaló.

 

– ¿Cuál es el criterio para fijar el aumento en las tasas municipales?

– Para la Tarifaria el problema que tiene la administración es que no sabe con qué medir. Si con el Indec, con el índice del Congreso, o con el de Buenos Aires o Córdoba…

No hay acuerdo entre los estados municipales y provinciales en base a qué adecuar las tarifas.

Entonces lo que se usa es cómo aumentan los impuestos las otras ciudades. Esta es la medida.

Se trata de recuperar la inflación de los últimos seis meses y prever la de los próximos seis meses.

En Villa Carlos Paz, si tomamos los presupuestos de 2011 hasta acá, en términos reales o ‘base 100’, ha ido disminuyendo.

Si el monto para 2012 era 100, hoy estamos con un presupuesto debajo de 90. Es decir que la capacidad de compra está un 10 % menos que en 2012 producto del aumento de los precios relativos.

En el municipio manejamos tres o cuatro variables para determinar el aumento en las tasas: acuerdos salariales (impacto directo del costo del municipio), cemento (uno de los sectores más vulnerables de la inflación), combustibles y las cubiertas de los vehículos (hay mucho producto importado).

El cemento en 2015 aumentó 29 %, la pauta salarial fue del 30 %, y las cubiertas nacionales aumentaron un 80 % y las importadas entre 200 y 250 %.

A ese promedio le tenemos que sumar lo inestable de la cuestión económica.

Si los augurios de una devaluación se cumplen, vamos a tener un fuerte impacto en los precios de aquellos elementos que la municipalidad utiliza y que tienen una fuerte influencia de la importación. Si no se da esa devaluación, vamos a tener una situación estable.

Con todas esas variables, el aumento de la Tarifaria propuesto es del 32 % en total.

 

– Para 2016 se agrega una nueva cuenta de afectación específica…

– Sumamos la de Seguridad porque pensamos hacer una fuerte inversión en esta materia. Hemos unificado los organismos de seguridad pero tenemos problemas con los móviles, con la comunicación… Estamos pensando en una central tecnológica y volveremos a discutir con la provincia la posibilidad de instalar cámaras.

 

– Desde la oposición se plantea que para instalar las cámaras sólo hace falta decisión política…

– Nosotros no compramos las cámaras porque la ley no lo permite. Quienes lo hicieron como Villa Allende es porque lograron un acuerdo con el gobierno de la provincia, los demás lo han hecho por fuera de la ley.

 

– ¿Cómo define el Presupuesto presentado para 2016?

– Es un presupuesto conservador de lo que se puede plantear en 2016.

Hay que tener en cuenta que el proyecto fue enviado antes de la elección del 22, del cambio de expectativa que se ha dado a partir de que la oposición ganó el gobierno nacional.

Ojalá haya estabilidad, porque si la hay aumenta el salario real.

Cada vez que alguna medida económica logró bajar la inflación el asalariado aumentó su capacidad de compra y esto impacta en la actividad central económica de la ciudad que es el turismo.

La incertidumbre del cambio de gobierno no es buena noticia para las ciudades turísticas.

Las salidas no están dentro de las prioridades para los asalariados, que son fundamentalmente los que nos visitan a nosotros. Se impone la cautela.

 

– ¿Cuál es la actual situación económica del municipio?

– Es compleja. Vamos a terminar bien, equilibrados, pero ha habido un ‘parate’ económico y este es el año en el que más se ha notado. Somos optimistas que vamos a terminar con las cuentas equilibradas pero no ha sido un año fácil.

 

– ¿Qué opina de las cuentas de afectación específica?

– He sido un defensor de las cuentas específicas. En el caso de la de obras públicas soy el autor.

Destaco dos cuestiones. Primero, garantizan que se lleven adelante obras prioritarias, y segundo, actúan como reserva en un momento en que el Estado no tiene crédito.

En caso de situaciones de emergencias, entre endeudarse y usar esos fondos, es preferible en términos financieros la segunda opción.

 

– Pero se termina desvirtuando, porque se cobra para una cosa y se termina usando para otra…

– En el caso de la cuenta del faldeo fue así (NR: se usó para pagar el juicio por la expropiación de la exTextil), pero ninguna otra cuenta fue utilizada para un fin distinto para el que fue creada.

Para poder hacerlo lo tiene que votar el Concejo y esto es una limitación porque implica un costo político.

Los balances muestran que los programas que más se ejecutan son el presupuesto del Concejo y la cuenta de obras públicas.

El presupuesto por programa nos permite ver concretamente qué se presupuesta y qué se hace, y la sociedad a partir de eso juzga.

 

– Se informó que el municipio tenía superávit, pero no se devolvieron los fondos a la cuenta del faldeo…

– Lo del superávit es una cuestión que ha dicho el secretario de Economía. El superávit operativo es al cierre del ejercicio. Pero el municipio tiene una deuda, que la hemos mantenido entre 80 y 90 millones pero cada vez impacta menos por el aumento del presupuesto.

A medida que disminuimos la deuda, lo que logramos es una posibilidad de crédito.

Pero aún no lo hemos hecho. En algún momento habrá que tomar créditos para bienes de capital, como pueden ser maquinarias.

Lo que sí creo es que no hay que tomar deudas para pagar gastos corrientes.

 

– ¿Cómo vislumbra el panorama pera 2016?

– Hay que tener mucho equilibrio fiscal, y ser muy cuidadosos con los gastos, fundamentalmente hasta que veamos cómo será el gobierno de Macri.

Si se estabiliza la moneda vamos a tener una expansión económica, si por el contrario hay una devaluación, vamos a tener un fuerte impacto en los precios. Si eso pasa aumenta la inflación y hay menos consumo, y si hay menos consumo hay menos actividad económica y se cae la recaudación municipal.

 

– ¿Cómo cree que será la relación de Carlos Paz con el gobierno nacional bajo la presidencia de Macri?

– Debo reconocer que nuestra relación con el ministro de Turismo de la nación (Enrique Meyer) ha sido muy buena. Esperemos que con el nuevo gobierno sea también buena, pero que además se traduzca en inversiones concretas.

En el caso del gobierno de la doctora Cristina Fernández de Kirchner estamos en el proceso de la planta de tratamiento de residuos sólidos (Centro Ambiental) que es una inversión importante.

Hemos tenido apoyo en actividades turísticas, pero nos parece que Carlos Paz necesita más inversión.

En el caso de la provincia ha sido fundamentalmente haber ensanchado la (avenida) Cárcano que es muy bueno.

Pero más del 95 % de los gastos de la ciudad se han solventado con recursos propios, incluyendo la coparticipación.

Esperemos que además de tener una relación institucionalmente correcta, tanto la provincia como la nación inviertan en la ciudad.

Carlos Paz está en Argentina y en Córdoba. Lo digo irónicamente, pero el gobierno de la provincia tiene que pensar que Carlos Paz hace de locomotora económica en el verano y hay que invertir en cosas importantes, como por ejemplo reservorios de agua.

A futuro el agua será uno de los problemas más serios. No la cantidad, sino porque no tenemos reservorios importantes aguas arriba.

El de Cuesta Blanca es el mismo de hace 30 años o más cuando la población ha aumentado muchísimo.

Hay que hacer un reservorio río arriba que permita que cuando haya seca tengamos agua.

Nosotros tuvimos suerte como gobierno que los cuatro años nos ha agarrado en el momento de mayores lluvias, pero está claro que más temprano que tarde vamos a tener problemas. Eso es la prioridad que debería tener tanto el gobierno provincial como el nacional.

 

– ¿Con el cambio de gobierno corre riesgo la construcción del Centro Ambiental?

– No lo creo. Ya está licitada una etapa y el crédito es del BID.

Personalmente me he conectado con dirigentes del PRO para explicar lo que sea necesario, y el senador Luis Juez está al tanto.

El riesgo que se corre es que no sepan los funcionarios nuevos la importancia y los procedimientos que se han hecho.

Desde el municipio hemos cumplido con todo lo que manda la ley. Sólo falta la audiencia pública que la debe convocar la provincia.

 

Nota correspondiente a la edición n° 395 del semanario La Jornada, del 29 de noviembre de 2015.