El Millo, tras llegar a las semifinales de la Libertadores, venció a los rosarinos 2 a 0 con goles de Teo Gutiérrez y Mayada y dejó sin invictos al Campeonato. La nota del cotejo la dio el ingreso de Pablo Aimar en el segundo tiempo.
El colombiano Teófilo Gutiérrez, a los 13 minutos del primer tiempo, y el uruguayo Camilo Mayada, a los 44 de la segunda parte, fueron los autores de los goles del equipo de Marcelo Gallardo que, con un partido menos, suma 28 unidades y se ubica a tres de la punta.
Por su parte, Rosario Central, que se quedó con 27, cortó el invicto de 14 partidos, 8 triunfos y 6 empates, y sigue sin poder ganar en Núñez donde festejó por última vez hace 18 años.
La fiesta del ‘millonario’ iniciada el pasado miércoles en Belo Horizonte, cuando venció a Cruzeiro (3-0) y accedió a la semifinal de la Copa Libertadores, se extendió con el triunfo ante Central y el regreso a las canchas de un ídolo como el ‘Payaso’ Aimar, quien volvió vestir la ‘banda’ tras quince años.
Luego de un recibimiento emocionante por parte de los hinchas, con fuegos artificiales incluídos, el equipo del ‘Muñeco’ no se desconcentró y se metió de lleno en el compromiso.
De entrada se plantó en campo rival y se mostró mas incisivo y prolijo que el conjunto del ‘Chacho’ al que le costó hacer pie en un desprolijo campo de juego.
La ventaja no tardó en notarse en el marcador ya que a los 13 minutos ‘Teo’ Gutiérrez, en su último partido antes de partir a la Copa América, recibió un pase preciso y de primera de Leonardo Pisculichi, quedó mano a mano con Mauricio Caranta y definió suave por arriba del arquero.
El ‘Canalla’ pareció no sentir el golpe y fue en busca del empate aprovechando el sector derecho de River que era defendido por el uruguayo Mayada.
Por allí, tanto Franco Cervi como César Delgado intentaban asistir a Marco Ruben, quien a los 21′ protagonizó una jugada polémica que el árbitro Néstor Pitana no contempló.
El mediocampista Jonás Aguirre desbordó por izquierda y tiró el centro atrás para la llegada de Ruben, quien antes de llegar a la pelota recibió un codazo de Ramiro Funes Mori que tampoco fue observado por el asistente Diego Verlotta.
A esa altura River había dejado de atacar y era Central el que dominaba y comenzaba a convertir a figura al arquero Marcelo Barovero porque unos minutos después le sacó una pelota con destino de gol a Nery Domínguez.
En la etapa final, algunos futbolistas de River empezaron a sentir el esfuerzo realizado en Brasil y el equipo cayó físicamente y el equipo rosarino lo aprovechó adelantando sus líneas y presionando al dueño de casa.
A los 35′ apareció nuevamente la figura de Barovero, quien primero le ahogó el grito de gol a Delgado tras una volea de zurda e inmediatamente después al ingresado Franco Niell luego de un cabezazo.
Envalentonado con el ingreso de Aimar, el equipo local recuperó la pelota y a un minuto del final cerró el triunfo con una carambola del uruguayo Mayada, quien se encontró con la pelota tras un cabezazo de Gutiérrez que estrelló el palo izquierdo de Caranta.
Con el triunfo consumado se desató la fiesta de River que celebró el pase en la Copa Libertadores, se acordó de Boca Juniors y disfrutó del regreso de un hijo pródigo.
Télam