Quinta Feria del Libro de Villa Carlos Paz, con un sentido homenaje a Sabina Parfeniuk

Por Evelina Ramírez

El jueves fue un día especial. El nombre de Sabina Parfeniuk fue mencionado por muchas personas que, de manera silenciosa, vienen apostando y apoyando desde hace años al trabajo cultural en la ciudad. Camino a la Galería Turística del Puente Uruguay, lugar emblemático que desde hace cinco años cobija a la Feria del Libro de Villa Carlos Paz, escucho al pasar la conversación entre dos personas que se dirigían al mismo lugar. Ella le contaba a él quien era Sabina Parfeniuk.

Y sí, su nombre resonaba porque su accionar tuvo y tiene que ver con el trabajo que desde hace cinco años un grupo de organizaciones y personas interesadas en la difusión de nuestra cultura.

El jueves quedó inaugurada la quinta edición de la Feria del Libro de Villa Carlos Paz que este año lleva como lema “Más libros, más libres”. La inauguración contó con la presencia de Doña Jovita quien llevó su mensaje de protección del bosque nativo y de las aguas serranas. También se expresó en agradecimiento a la Coopi y a los escritores del Valle de Punilla que ayudan a defender la cultura y el valor de la palabra.  

La particularidad de esta edición es que se eligió el nombre de una persona para ser homenajeada: Sabina Parfeniuk, quien integró la primera Comisión Organizadora desde sus comienzos y falleció en octubre del año pasado.

Docente, escritora, militante, madre, amiga, hija y mujer. Todas esas facetas de su vida fueron recuperadas por sus allegados en el marco de la inauguración, donde también se presentó su libro póstumo “Los poemas de Sabina (y una ficción)” editado por Babel con el auspicio de la Municipalidad de Villa Carlos Paz.

Tomaron la palabra para recordarla Claudio Suarez, Inés Mazas, Marcela Martín, Leticia López, Paula Pizzano y Aldo Parfeniuk, cada uno de ellos recuperando una faceta diferente de Sabina.

“Sabina era una correctora literaria muy estricta, que no nos dejaba pasar una coma. Que quería que la obra saliese de la forma más prolija posible. Estaba detrás de todos los detalles”, recordó Paula Pizzano.

Marcela Martín, por su parte, se refirió a Sabina como una “mujer comprometida con su tiempo”, preocupada por la cuestión de género, pero también como delegada gremial de la UEPC (Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba) y militante del Frente de Izquierda y los Trabajadores. 

“Las mujeres de la clase trabajadora que le ponemos el cuerpo a la política, somos hijas de trabajadores. En el caso de Sabina, el peso de la figura de su padre, ya no como artista sino como hombre solidario y generoso la marcó y le marcaron un camino. Nosotros agradecemos a estos padres que garantizan el espacio de libertad de cada día”, relató.

El cierre del homenaje estuvo a cargo de su padre, Aldo Parfeniuk, quien estaba visiblemente emocionado y orgulloso por las palabras y el recuerdo que ha dejado su hija. “Compartimos mucho con mi hija el trabajo literario”, comenzó diciendo el poeta e historiador.

Reconoció en Sabina a una mujer que ha vivido con gran intensidad. “Hoy recibimos esta memoria gratificante de lo que nos ha dejado. Sus amigas son como hijas para mí”, señaló. 

En la selección de los textos para el libro “Los poemas de Sabina (y una ficción)” participaron tanto Aldo Parfeniuk como su hija Ana Belén. “En esta selección encuentro reflejado con absoluta sinceridad, todas las cuerdas que tocaron profundamente a mi hija. Son poemas que tienen una gran economía de recursos, con una gran sutileza y un estilo propio y logrado.

“Aparece el tema del silencio y del valor de la palabra. La vivencia más profunda para con la naturaleza, sean Los Gigantes o el lago San Roque. El tema de lo que ella sentía por Carlos Paz. La mirada del otro, quizás dese allí le nacía la necesidad de enterarse que le pasaba al mundo y que le pasaba a los otros para sentirlo profundamente y hacerse carne con ello”, describió.  

Reconoció que en el tiempo que ha pasado, le ha costado mucho escribir algo referido a Sabina. “No sé si alguna vez podré escribirle algún poema a mi hija. Los grandes escritores han dicho que cuando está demasiado fresco lo que lo ha impactado, lo que ha vivido no tiene la objetividad suficiente como para que escribir un buen poema o una buena obra”, expresó.

 

 

Tertulia de la Coopi sobre el saneamiento del Lago San Roque

Este año, la problemática ambiental también ha sido uno de los ejes de la Feria del Libro. De hecho, una de las salas lleva el nombre del Lago San Roque. Al recorrer la feria pueden encontrarse las exposiciones de la Asamblea Punilla Sur en la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo, la Fundación PANGEA, Pequeños Eco-ciudadanos, entre otras organizaciones.

Considerando ese enfoque, al Cooperativa Integral desarrolló el viernes por la noche una tertulia que llevó por título “Saneamiento del Lago San Roque, pasado, presente y futuro. Miradas Integradas”. La actividad tuvo como disertantes al ingeniero Juan Carlos Sola, especialista en recursos hídricos y gerente técnico de la Coopi; y a Norberto Bossi, histórico militante de la causa ambiental y fundador de la ONG Protección Humana del Medio Ambiente.

Si bien estaba prevista la presencia del biólogo y presidente de la FUNAM Raúl Montenegro, no pudo estar presente por problemas de agenda. No obstante, las referencias a su trabajo estuvieron de manera permanente a lo largo de la exposición.

Vale recordar que en la década del 80, Montenegro elaboró un informe que daba cuenta del estado de contaminación del embalse. En aquel momento se desempeñaba como subsecretario de ambiente de la provincia de Córdoba. El informe fue lapidario, pero las presiones económicas fueron más fuertes y Montenegro fue despedido de su cargo.

Años más tarde, en 1987, el profesional volvió a elaborar un informe sobre el lago San Roque, esta vez con el Consejo de Organizaciones Ambientalistas no Gubernamentales. El resultado fue el mismo: la presencia de organismos celulares capaces de transmitir enfermedades.

Tras conocerse los resultados de lo que se denominó el “informe Montenegro”, la ONG Protección Humana del Medio Ambiente (Phuma) y la Cooperativa Integral salieron a poner carteles en la costa del lago San Roque, advirtiendo de la situación en la que estaba el embalse. Los carteles colocados desaparecieron en dos días.

Hoy, a 30 años de estos hechos, bien vale poner la mirada sobre lo que se hizo, lo que está pendiente y las razones que demoraron la ejecución de otras acciones.

 

Nota correspondiente a la edición n° 479 del semanario La Jornada, del 20 de agosto de 2017.

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