“Cita con El Pato” (Santa Cruz del Lago – Córdoba – Otoño de 2018)
La atrapante novela de ciencia ficción “Cita con Rama” del genial Arthur C. Clark termina con esta frase: “Los Ramanes hacen todo por triplicado”.
#Findelazita y perdón por espoilear (palabra moderna que me enseñaron mis hijos y que antes se decía: “mecagasteelfinal”) dicho librazo.
En esa novela, la humanidad descubre azorada un gigantesco cilindro que se aproxima a nuestro planeta, y que lo rozará al cabo de unos meses. Las naciones poderosas de ese momento dejan de lado sus miserias y se ponen de acuerdo para abordarlo… y para descubrir qué carajo es esa cosa que se acerca y que proviene, según cálculos y especulaciones, de una zona lejana y nebulosa del espacio sideral que alguna vez alguien bautizara como el Dios Induista: Rama.
Abreviando, porque el tiempo es tirano, los intrépidos protagonistas salen despedidos en cohete hacia el enorme tubo, descubren que viene girando sobre su eje, se acercan, desaceleran… y “arramizan” (solo se aterriza en la tierra) en una de las bases del cilindro cósmico.
Si a esta altura queda “alguien” leyéndome tiro cuetes… y resumo contando que los terrícolas ven tres puertas, con tres escaleras interiores, eligen una y se meten caminando ya que el giro produce una fuerza centrífuga (o era centrípeta?) que simula la gravedad terrestre.
Todo lo que ven allí adentro está por triplicado…
Y que tiene que ver la novela con esta foto ?!? No sé, tal vez el mono (el autor también escribió “2001, una Odisea espacial” que arranca con simios curiosos) que me interpela con sus enormes y desorbitados ojos… quizás el enorme y fantástico cilindro en el que me encuentro parado… a lo mejor en el hecho que veo por triplicado los nichos de los ascensores. No sé.
Me siento un explorador verniano, ya veterano… pero rejuvenezco en las risas y los comentarios desopilantes de mis hijos Renata Luz y Santi Leon; y mi sobrina Lorena… de edades diferentes… pero con la curiosidad inherente al Ser Humano.
¿Quién hizo esto? ¿Cuándo y para qué se construyó ?
Los 84 metros de altura y los 8,4 metros de diámetro producen, además de mil preguntas, un inusual impacto visual… y sugerentes juegos auditivos. Mi voz estentórea gritando a lo Tarzán se devuelve en eco desde las alturas con mil matices que incluyen hasta la risa de la mona chita.
Me imagino que estoy en Rama entonces… y espero que los 6, 7…8 carlospazonzos que llegaron al final de este posteo… entiendan dónde nos hemos metido.
No vale preguntar.
En El Pato, la estafa también se hizo por triplicado. Pero lo de la estafa lo dejo para otro día.
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Nota correspondiente a la edición n° 519 del semanario La Jornada, del 11 de junio de 2018.
