Millones de personas pidieron la igualdad de género alrededor del mundo

En unos 40 países reclamaron por igualdad de salario, en contra de la violencia patriarcal y por la ampliación de derechos de género.

Con mensajes antidiscriminatorios en las camisetas de futbolistas del Cruzeiro, en Brasil, manifestaciones en los Estados Unidos contra las deportaciones de inmigrantes con hijos que son ciudadanos estadounidenses, y protestas contra la violencia machista y la diferencia salarial en Turquía, entre otras manifestaciones, millones de personas se unieron hoy en un clamor mundial por igualdad de género en el primer Paro Internacional de Mujeres de la historia, que se cumplió en más de 40 países, entre ellos la Argentina.

“Cada 11 minutos se registra una violación” en Brasil, es el mensaje que exhibirá el jugador del Cruzeiro que vestirá la camiseta azul número once en el partido de esta noche contra el Murici, por la Copa do Brasil.

Así, cada camiseta tendrá una leyenda según su número: “Cada 2 horas una mujer es muerta”, “Trabajan 3 veces más que los hombres en las tareas del hogar”, según las estadísticas que el club azul de Belo Horizonte aprovechó de la organización no gubernamental de defensa de los derechos humanos Azminas, citó la agencia EFE.

En los Estados Unidos hubo protestas en varias ciudades de Florida, entre ellas una en Miami para reclamar que la política migratoria del gobierno de Donald Trump no separe a las familias de inmigrantes.

En Tampa, Orlando y Tallahassee, los activistas dedicaron el Día de la Mujer a una campaña nacional que insta a proteger los derechos de la mujeres y sus familias.

“Estamos en solidaridad con las mujeres que cada día (ven cómo) sus familias son destruidas”, expresó Marcia Olivo, directora del Centro de Trabajadores de Miami, en referencia a las deportaciones de inmigrantes que tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses y otras medidas que llevan a la separación familiar.

En tanto, en Estambul fueron más de 20.000 turcas las que salieron a la calle en una marcha para exigir igualdad en salarios y oportunidades, pero también “vida” y “libertad” en el contexto de la creciente represión política y violencia machista en el país.

En Ankara, las actividades se cancelaron tras el accidente de un autobús con mujeres que se dirigían a la marcha, que causó siete muertes y 34 heridos. Más de 200 autobuses de trabajadoras de la industria del automóvil, el único sector obrero que se unió a la huelga mundial de mujeres, se dirigían a la capital de Turquía para participar en la protesta.

En la universidad capitalina de Bilgi, el acto fue saboteado por una veintena de personas que atacó a un grupo de mujeres al grito de “Alá es grande”.

En Sudán del Sur, las mujeres se manifestaron contra la guerra civil que devasta al país, pidiendo a los hombres que depongan las armas y dejen de usar su poder militar para violar mujeres. 

El “paro internacional de mujeres” fue acatado hasta en cárceles, como ocurrió en la penitenciaría nicaragüense de Tipitapa, ubicada a unos 30 kilómetros al sureste de Managua, donde unas 500 reclusas representaron obras teatrales y danzaron bailes tradicionales de Nicaragua.

En Rusia, el gobierno de Vladimir Putin grabó un mensaje lleno de conceptos conservadores: “En la mujer encontramos todo lo que necesitamos: inspiración y alivio. La mujer es la fuente de nuestra propia vida y de su continuación, a través de nuestros hijos. Pero las mujeres también necesitan el apoyo del hombre. Nosotros lo sabemos. Y no solo hoy. Haremos todo para que nuestras amadas mujeres estén rodeadas de atención y cariño, para que sonrían más a menudo”, definió.

En un sentido totalmente contrario se manifestó el popular primer ministro de Canadá, Justin Trudeau: “Canadá es un país que reconoce los derechos de las mujeres”, dijo, y defendió el derecho al aborto. Anunció que su gobierno destinará 482 millones de dólares en tres años para “la salud y los derechos sexuales y reproductivos” de los países más necesitados.

Las mujeres italianas se sumaron a su vez al llamado de “NiUnaMenos” y marcharon en plazas y calles para rechazar la violencia machista en un país que -en lo poco que va del año- suma 120 mujeres asesinadas en su mayoría por maridos, novios, parejas o ex parejas. 

América latina y el Caribe sumaron el mayor número de marchas para reivindicar los derechos de las mujeres trabajadoras pero también el fin de la violencia de género machista. Esta es la región del mundo con el mayor número de femicidios. 

En México, “Vivas nos queremos” y otras muchas organizaciones feministas se manifestaron en alerta ante la expansión del discurso machista. Académicas advirtieron que “los derechos de las mujeres están más que nunca en peligro, pero se debate más”.

En Perú, las mujeres coincidieron que en su país lo peor “es el miedo” a ser violadas o asesinadas y que, al denunciarlo, obtengan ella misma una sanción social: ¨Por qué te vistes así?”, contaron, se las suele recriminar.

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, la única mujer presidente en Latinoamérica, afirmó hoy que “ya es hora de dejar de ser la mitad más castigada, más abusada o más sobrecargada del país”.

“Es hora que nuestras hijas y nuestras nietas sepan que no habrá barreras para su desarrollo solo por haber nacido mujeres”, enfatizó la médica pediatra.

 
Télam

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