Adarsa no quiere más reservorios sobre el río San Antonio

En una carta abierta, la Asociación Amigos del Río San Antonio (Adarsa) le pidió al presidente del Concejo de Representantes, Walter Gispert, que ‘desista’ de su intención de pedirle a la provincia que construya uno o más reservorios en la cuenca para garantizar la provisión de agua en la región.

“De concretarse, no solo no se aseguraría la provisión de agua para las comunas y municipios del sur de Punilla, sino que además se incrementaría la problemática vinculada a la escasez de este elemento esencial para nuestra población”, advirtió la ONG.

En cambio, Adarsa pidió a Gispert que, “acompañe con otro proyecto la creación de una Reserva Provincial Estricta en la Cuenca del Río San Antonio, cuyo proyecto de hecho ya fue elaborado conjuntamente por autoridades comunales y vecinos de la región, y presentado en la Secretaría de Ambiente”.

El texto

Dirigida al titular del cuerpo legislativo, la misiva dice textualmente: “Desde la Asociación de Amigos del Río San Antonio (ADARSA), queremos expresar nuestra preocupación por el proyecto de ordenanza presentado por usted para que la Provincia de Córdoba construya uno o más reservorios de agua sobre los ríos San Antonio e Icho Cruz. De concretarse esto último, no solo no se aseguraría la provisión de agua para las comunas y municipios del sur de Punilla, sino que además se incrementaría  la problemática vinculada a la escasez de este elemento esencial para nuestra población.

Es importante comprender que el verdadero reservorio seguro de agua es el suelo de las cuencas serranas en buen estado de conservación. Es decir, el suelo protegido por su vegetación nativa (bosques y pastizales). Cuando las cuencas no están degradadas retienen en esos suelos gran parte de las precipitaciones estivales que recibe nuestra región, siendo este efecto, que se denomina “esponja”, el que permite que aún contemos con el líquido elemento en nuestros cursos de agua en el período invernal de sequías. Según estudios recientes, los suelos profundos de los valles más escarpados de las sierras altas son particularmente importantes como reservorios. Si los suelos que actúan como reservorios se degradan, ya sea por la deforestación, los incendios, el sobrepastoreo o la impermeabilización asociada a la urbanización se pierde ese efecto esponja y se pasa al efecto “tobogán”, cuyas consecuencias ya las conocemos a partir de la tragedia que sufrió la población de Sierras Chicas en febrero de 2015. Por otro lado, los estudios indican que la invasión de especies exóticas avanza en primer lugar sobre los valles de suelos profundos que son el principal reservorio de agua. Las especies exóticas consumen más agua que la vegetación nativa, contribuyendo a vaciar el reservorio, dejando menos agua disponible para la estación seca.

Nos llama poderosamente la atención que habiendo sobrada información científica que sostiene la necesidad de proteger nuestras cuencas serranas en vez de alterarlas para asegurarse un buen estado de regulación hídrica, y de los numerosos artículos de divulgación que investigadores y docentes de la UNC y el CONICET vienen desarrollando en tal sentido (ver referencias de artículos en el anexo a esta nota), se insista con realizar acciones que podrían llevar a un estado de degradación irreversible de la parte alta de la cuenca del Río San Antonio, como sería la construcción de minidiques o embalses. Hay que imaginar que la construcción de los mismos no sólo implicaría modificar drásticamente la dinámica natural de los cursos de agua, sino que para llevarla a cabo deberían abrirse caminos, con el consecuente ingreso de maquinarias y operarios que destruirían gran parte del área de amortiguamiento esencial para la regulación del efecto esponja arriba mencionado.

Por otra parte, es inimaginable que la construcción de minidiques o embalses en la parte alta de la Cuenca del Río San Antonio no implique a futuro la facilitación para que crezca la mancha urbana sobre la misma, así como actividades antrópicas de distintas índole que sabemos atentan contra la conservación de nuestros recursos naturales. A su vez, estos reservorios de agua no darían los resultados esperados en el largo plazo (que es para cuando se pretende sirvan), ya que la misma degradación de la cuenca provocaría que se colmaten rápidamente con arena y sedimentos a consecuencia de la erosión de los suelos, dejando de actuar como reservorios y convirtiéndose en un peligroso sistema artificial que podría aumentar la intensidad y violencia de las crecidas aguas abajo. En contrapartida con estas perspectivas negativas, ya hay evidencias de que la restauración piloto de los ambientes serranos llevada a cabo en Los Gigantes (iniciada por el cordobés del año y científico de CONICET Daniel Renison) ha producido aumentos en el caudal del arroyo que nace en el área restaurada. Esto sugiere que la experiencia podría ampliarse a otros sectores de las sierras, lo cual mejoraría la situación hídrica de la Provincia, causando impactos positivos en el ambiente y la biodiversidad.

Queremos también destacar lo que todos los entendidos en la materia señalan como los principales ejes de la problemática de provisión de agua en las poblaciones serranas de Córdoba. En primer lugar el tremendo derroche del agua corriente, particularmente en la estación seca, que produce la población de punilla sur (muy superior a la media mundial y varias veces más que lo recomendado por las Naciones Unidas). Y en segundo lugar la financiación de plantaciones de pinos que se están haciendo en la misma cuenca (consumen el doble de lo que consume la vegetación nativa, produciendo reducciones del rendimiento hídrico de las cuencas a la mitad), y el fomento de la ganadería que provoca pérdida de suelos, a lo que se suma la ausencia de programas de ordenamiento territorial o de restauración ecológica de la cuenca. En síntesis, asegurar la provisión de agua para la población no se logrará incrementando la superficie de cemento en las sierras, sino educando a la población  que se provee de este vital recurso natural, y desarrollando políticas públicas sustentadas en sólidas bases científicas.

Si es de su real interés proteger a la población de Carlos Paz y las restantes de punilla sur para que se aseguren la provisión de agua a futuro en un contexto de sustentabilidad, le sugerimos deseche el proyecto que ha presentado, y, en su carácter de Concejales de Carlos Paz y demás municipios y comunas de la zona, acompañen con otro proyecto la creación de una Reserva Provincial Estricta en la Cuenca del Río San Antonio, cuyo proyecto de hecho ya fue elaborado conjuntamente por autoridades comunales y vecinos de la región, y presentado en la Secretaría de Ambiente, bajo el expediente N° 757939 053 015.

Finalmente, estamos a su disposición y la de los demás Concejales para que personalmente puedan hacernos todas las preguntas del caso que consideren pertinentes, así como para asistir al Concejo con especialistas en la materia a los fines de su mejor comprensión de la temática. ADARSA fue una institución clave en su momento para frenar la construcción de un dique en la localidad de Cuesta Blanca, y lo será de toda nueva propuesta por el estilo que atente contra del bienestar socio-ambiental de la población de la Cuenca del Río San Antonio

Esperando que nuestros argumentos lo hagan desistir de la aprobación del proyecto de ordenanza de su autoría arriba mencionado, aprovechamos para saludarlo atentamente”.