Por Luis Tórtolo
“Ponchito marrón, cigarrito ‘e chala” (Pampa de Achala – Córdoba – 2010)
Esta vieja imagen que me aparece hoy, buscando otra cosa en mi archivo, lejos de ser un milagro, me salva la situación autoimpuesta de subir una foto diaria al Facebook.
Amanece a 2000 msnm, y la explosión de luz nos encuentra a la vera de la ruta de la Altas Cumbres, en su sector más elevado, y con un perfil muy especial silueteado.
El sol le pega de lleno a un auto cualquiera, no importa cual, y denota la ruta oculta por la paja brava… pero lo que importa está a la izquierda (como casi siempre). La silueta de José Gabriel del Rosario Brochero con su mula y su ponchito. Allí están, recortados por la luz fuerte, no tan divina. Y el cigarrito de chala que canta el Maestro Di Fulvio debería estar… pero de lejos no se ve.
Desde la semana pasada este gauchito es Santo.
Desde siempre en mis incursiones serranas me cautivó.
Desde hace mas de 35 años, mi fe se va alejando cada vez más de todo dogma rígido e institucional. Cada día me cautivan mas las historias simples y humanas.
En el Cura Brochero se entrelazaron esas dos corrientes… “lo institucional” que baja del Vaticano, de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana y con un impensado (al tomar esta foto) Papa argentino (y peronista) que lo consagra Santo, lo cual es muy importante para mucha gente y merece mi respeto… y “lo campechano”, lo que ya existía, lo que veníamos viendo y documentando en cada viaje, en los rostros curtidos de los criollos de Achala y de Traslasierra, en los relatos, en las estampitas colgadas en casitas de adobe, en las capillas serranas, y que es lo que más me gusta.
El Curita ya es Santo. Y eso está bueno
Seguirá fumando cigarritos de chala?!?
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Nota correspondiente a la edición n° 439 del semanario La Jornada, del 23 de octubre de 2016.