En cualquier pueblo del país en una circunstancia como esta estaríamos hablando de un gran festejo popular, organizado, seguramente, por el gobierno local. Se trata de los bomberos, los que están siempre dispuestos a arriesgar hasta sus vidas para cuidarnos. A todos.
Pero Villa Carlos Paz es muy especial. Tanto así que la fecha poco menos que pasará desapercibida.
Es que las circunstancias no son las mejores, ni de cerca. Con una denuncia penal en marcha por presunto desvío de fondos, por la que están imputados cinco exdirectivos por “defraudación por administración fraudulenta” (Alberto Lorenzatti, Diego Avilés, Nélida Gómez, Cecilia Rodríguez y Hernán Anders), y muy cuestionada la nueva comisión, el único acto formal tuvo lugar esta mañana en la sede de barrio La Cuesta.
Hasta allí llegaron el presidente Marcelo Zornada, el secretario Ariel Palmero y el tesorero Walter Speroni. Con los cuatro bomberos de guardia como mudos testigos, hizaron la bandera y leyeron unas palabras relacionadas a la fundación. Nada más.
Desde el cuerpo activo confirmaron a La Jornada que no organizarán nada, y recordaron que el pasado 2 de junio, ‘Día del Bombero Voluntario’, pensaban realizar una caravana por la ciudad pero los obligaron a suspenderla amenazándolos con sanciones si la actividad derivaba en una protesta.
“Nos vamos a hacer nada. Estamos muy a disgusto con las circunstancias actuales”, expresó un bombero, y admitió que se trata de una situación “de mucha tristeza”.
Más allá de que los integrantes del cuerpo activo prefieren no compartir ningún festejo con los comisionados, la realidad es que hoy el cuartel “está en ruinas”.
“No podemos hacer un festejo si no sabemos si hay plata para el combustible”, graficó el bombero.