El Millonario venció a Boca por 1-0 y se quedó con el Superclásico que se jugó en el Mario Alberto Kempes de Córdoba. Lucho González abrió el marcador a los 6 del primer tiempo.
River Plate venció a Boca Juniors por 1-0, en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, y se llevó el séptimo y último superclásico del año.
El gol del equipo que dirige Marcelo Gallardo lo convirtió el mediocampista Luis González, a los 6 minutos del primer tiempo; en tanto que en el conjunto que conduce Rodolfo Arruabarrena se fue expulsado el defensor Luciano Fabián Monzón, a los 28 minutos del mismo período.
River, de esta manera, volvió al triunfo ante Boca, tras perder el clásico anterior por 1-0, por el certamen local, aunque se quedó con los más importantes, los dos por la Copa Libertadores, que finalmente ganó.
El primer tiempo, de desarrollo más que mediocre, mostró a un River mucho más suelto, en parte por el golazo que marcó ‘Lucho’ González, a los 6 minutos, tras una brillante jugada colectiva y una exquisita definición, y también por el flojo rendimiento de los jugadores de Boca.
A todo esto el árbitro Federico Beligoy incidió en el desarrollo del juego porque no sancionó un claro penal para el equipo de Arruabarrena cuando el arquero Julio Chiarini golpeó dentro del área al zaguero central Lisandro Magallán, a los 24 minutos, que pese a la falta estrelló su cabezazo en el travesaño.
Y finalmente Boca completó una primera etapa para el olvido con la inexplicable expulsión de Monzón tras una patada al delantero Rodrigo Mora, a los 28 minutos.
Para el análisis futbolístico quedaron dos esquemas distintos, pese a que ambos utilizaron el mismo esquema táctico: el 4-3-1-2.
Es que Gallardo apostó a un mediocampo con mejor pié, es decir con mejor manejo de la pelota, con ‘Lucho’ González, Nicolás Bertolo y Leonardo Pisculichi, y Arruabarrena a uno más combativo, con más despliegue que fútbol, con José Fuenzalida, Marcelo Meli y Rodrigo Bentancur.
Y si bien ninguno de los dos equipos pateó al arco, River tuvo un juego más fluido, dinámico, y Boca uno más farragoso, falto de sorpresa, apático.
El segundo período tuvo un poco más de fútbol, ambos elencos ganaron en precisión, y contaron con chances de gol.
A los 12 minutos lo tuvo el delantero Andrés Chávez para Boca (gran pase de Bentancur) y a los 16 el volante Leonardo Ponzio para River.
Arruabarrena, pasado el cuarto de hora, mandó a la cancha a Franco Cristaldo por Meli y Sebastián Palacios por Cristian Pavón para darle frescura, profundidad y velocidad al equipo; Gallardo, en tanto, respondió con otras dos variantes: Gonzalo Martínez por Pisculichi, Javier Saviola por Bertolo y Sebastián Driussi por González con la intención de sellar la victoria.
Y así Boca tuvo otra vez el empate en la cabeza de Chávez (30m.) y River contó con otra chance para definir el partido en un frentazo de Saviola (36m.).
Después el equipo de Gallardo desperdició varias ocasiones de gol ante el adelantamiento de la defensa del conjunto de Arruabarrena, pero nada varió. El 1-0, en síntesis, reflejó una leve superioridad ‘millonaria’, a partir del gol y el jugador de más.