Mientras Rusia define condiciones para un acuerdo de paz, Trump exige el fin inmediato de los disparos en el conflicto ucraniano.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció este lunes una tregua de tres días en la guerra con Ucrania, que comenzará a regir desde la medianoche del 8 de mayo. El anuncio se dio en un contexto de renovados movimientos diplomáticos, presiones internacionales y declaraciones sobre las condiciones de un posible acuerdo de paz.
Durante una visita a Brasil, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, expuso los requisitos de Moscú para negociar el fin del conflicto: el reconocimiento internacional de las regiones ucranianas anexadas —Crimea, Sebastopol, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia—, la neutralidad militar de Ucrania, y la derogación de leyes que afectan la cultura y lengua rusa. Además, Lavrov insistió en la necesidad de garantizar jurídicamente los compromisos de Kiev, avanzar en la desmilitarización y exigir el levantamiento de sanciones contra Rusia.
En paralelo, el expresidente estadounidense Donald Trump exigió que Putin “deje de disparar y firme un acuerdo”. Trump, quien ha manifestado su intención de resolver rápidamente el conflicto en caso de retornar a la Casa Blanca, sostuvo que “los límites de un acuerdo están claros” e insinuó que Ucrania podría estar dispuesta a ceder Crimea para lograr la paz.
En otro frente, Corea del Norte confirmó oficialmente su participación militar en apoyo a Rusia. Según la agencia oficial KCNA, tropas norcoreanas colaboraron en operaciones en la región rusa de Kursk, bajo el marco del Tratado de Asociación Estratégica Integral entre ambos países. El jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, destacó el rol de las fuerzas norcoreanas en la recuperación de Kursk y elogió su “ayuda considerable”.
La guerra en Ucrania, que comenzó en 2022, continúa generando consecuencias geopolíticas de gran alcance, con alianzas estratégicas renovadas y una creciente presión internacional por una salida negociada.