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Obama manifestó su deseo de visitar Cuba, pero reclamó reunirse con la oposición

El presidente de Estados Unidos expresó su deseo de poder visitar Cuba el año próximo, en el marco de las recuperadas relaciones bilaterales, aunque condicionó esa posibilidad a la chance de poder reunirse con grupos disidentes en la isla.

“Si voy de visita (a Cuba), parte del trato es que voy a poder hablar con todo el mundo”, explicó Obama en una entrevista con el portal Yahoo, realizada en antes del primer aniversario del anuncio histórico del inicio del proceso para normalizar las relaciones bilaterales y divulgada hoy.

En esa línea, Obama remarcó que dejó “muy claro” en sus conversaciones con su par cubano, Raúl Castro, que Estados Unidos continuará “contactando con aquellos que quieren ampliar el alcance de la libertad de expresión dentro de Cuba”.

Insistió el mandatario estadounidense en que está “muy interesado” en visitar Cuba y detalló que tomará una decisión al respecto “en los próximos meses”.

“Si, de hecho, puedo decir con confianza que estamos viendo progresos en la libertad y posibilidades para los cubanos de a pie, me gustaría usar una visita como una forma de enfatizar ese progreso”, señaló.

Igualmente, expresó que “si se va hacia atrás, no hay motivos” para un viaje suyo a la isla. “No estoy interesado en validar el statu quo”, matizó.

El 17 de diciembre de 2014, Obama y Castro anunciaron el inicio de un proceso para normalizar las relaciones bilaterales que ya incluyó la liberación de presos de uno y otro lado y desembocó, en julio, en la apertura de las embajadas en La Habana y Washington tras más de medio siglo.

El viernes pasado, los dos países dieron un paso más hacia la normalización completa de su vínculo con el anuncio de un acuerdo para restablecer el servicio postal directo a través de un plan piloto de transporte de correo y paquetería.

La iniciativa contempla también el restablecimiento del flujo postal entre los dos países por vía aérea “varias veces a la semana”, en vez de seguir transportándolo, como hasta ahora, a través de terceros países, afirmó un vocero del Departamento de Estado norteamericano.

También se están negociando acuerdos para establecer vuelos comerciales regulares entre Estados Unidos y Cuba, y, a fines de noviembre, representantes de los dos gobiernos mantuvieron en Washington una reunión centrada en la migración y otra sobre el combate al narcotráfico.

En medio de la crisis de los miles de cubanos varados en Centroamérica, Cuba está urgiendo a Estados Unidos a que ponga fin a su ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966 y que, junto con la política de “pies secos-pies mojados”, privilegia a los cubanos que logran llegar a territorio estadounidense.

Si bien Washington advirtió que no está en sus planes “alterar su actual política migratoria hacia Cuba”, coincidió con La Habana en el propósito de “mantener reuniones de nivel de expertos sobre cómo los dos gobiernos podrán contribuir a combatir las organizaciones traficantes que se aprovechan de los migrantes cubanos”.

Asimismo, el Departamento de Estado subrayó “su preocupación por la seguridad de los miles de migrantes cubanos que transitan por Centroamérica”.

Unos 6.000 cubanos que salieron de su país por vía aérea hacia Ecuador y que buscaban llegar a Estados Unidos están varados en Costa Rica, luego de que Nicaragua no los dejara entrar, y se sospecha que la mayoría está sometida a la acción de traficantes de personas.

Ese asunto era uno de los temas principales en la agenda de la visita oficial a La Habana iniciada hoy por el presidente de Costa Rica, Luis Solís, quien tenía previsto conversar con Castro.

Por otra parte, delegados de Cuba y Estados Unidos iniciaron el martes pasado, en capital de la isla, conversaciones tendientes a encontrar una solución al tema de los millonarios reclamos mutuos.

Cuba aduce que el embargo económico y comercial dispuesto por Estados Unidos en 1960 le causó daños por 833.755 millones de dólares, y Washington sostiene que unas 6.000 personas o empresas reclaman indemnizaciones por unos 8.000 millones de dólares por los bienes que tenían en la isla y les fueron expropiados a partir de 1959.

El del embargo sigue siendo el mayor obstáculo para la normalización plena de la relación bilateral, pues su levantamiento depende del Congreso, donde la iniciativa de Obama y Castro aún despierta resistencias.

Mientras tanto, Obama adoptó varias medidas para flexibilizar el flujo turístico y algunas transacciones comerciales con la isla, a donde en el último año viajaron varias comitivas de empresarios, ejecutivos y hasta tres gobernadores de estados norteamericanos.

Télam
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