Desde el bloque opositor cuestionaron la negativa del oficialismo y advirtieron sobre la falta de transparencia en la obra pública cordobesa.
Los legisladores provinciales del Frente Cívico abandonaron este miércoles el recinto de la Legislatura de Córdoba luego de que el oficialismo rechazara el tratamiento de un pedido vinculado a la reciente condena judicial a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La medida fue impulsada por el bloque opositor, que consideró el tema como de “gravedad institucional” y de interés para debatir en el ámbito parlamentario.
“El mundo está hablando de la condena a la expresidenta. Nosotros solicitamos expresarnos libremente ante una condena histórica por hechos gravísimos de corrupción y la Legislatura de Córdoba no lo permite por una directiva del gobernador a sus legisladores”, expresó el presidente del bloque, Walter Nostrala.
El dirigente señaló que el fallo judicial, que condenó a Cristina Fernández a seis años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, es un hecho de relevancia nacional que también debería ser considerado en la provincia. “Sabemos que Martín Llaryora es representante de Cristina en Córdoba, pero nosotros sí queremos hablar. Con respeto, queremos expresarnos sobre un tema histórico”, añadió.
Nostrala recordó que el senador nacional Luis Juez ha denunciado durante años los hechos de corrupción vinculados al kirchnerismo, y cuestionó que se impida a los legisladores cordobeses fijar posición al respecto. “El miedo del peronismo es que ellos no pueden hablar y les dieron la orden de no hacerlo”, afirmó.
Finalmente, el legislador vinculó el caso nacional con la situación provincial y apuntó contra el manejo de la obra pública en Córdoba. “Cristina fue condenada por el manejo direccionado de la obra pública nacional. En Córdoba necesitamos saber cuándo y cómo se gasta en obra pública. Los cordobeses deben saber a dónde van sus impuestos, pero esa tarea es imposible ya que esta información es negada sistemáticamente por el gobierno de Llaryora, amparándose en las inexpugnables Agencias a las que nadie puede controlar”, concluyó.