“En la Villa hecha ajedrez, nunca un peón se come al rey”. Desde Kiwi GastroBar y con el frío como excusa, Tórtolo y Gómez repasan el insólito resultado de la elección del defensor del Pueblo de Villa Carlos Paz y todo lo que quedó en el aire.
Frente al lago San Roque, con el Kiwi GastroBar como escenario y un frío polar que te deja clavado como alfil en la esquina, Luis Tórtolo y Alejandro Gómez desplegaron el tablero para una nueva jugada en “La Villa hecha ajedrez”, el espacio donde las noticias locales se analizan con ironía, sarcasmo y un toque de café con amargura.
La frase de Mollo volvió a hacerse sentir: “En la Villa hecha ajedrez, nunca un peón se come al rey”. Y sí, parece que el dicho sigue más vigente que nunca. Porque con apenas un 17% del electorado y un video escandaloso flotando en el aire, Víctor Curvino fue reelecto defensor del Pueblo de Villa Carlos Paz.
La charla arrancó con una humorada sobre la decisión del Gobierno provincial de, ante las temperaturas bajo cero registradas el lunes y martes pasado, no habría faltas si no ibas a la escuela. “Mi vieja me mandaba igual”, se quejó Gómez. Pero rápidamente la conversación viró a lo importante: el papelón cívico del domingo en los comicios del defensor del Pueblo.
La participación electoral fue histórica… pero por lo baja. Y, montado sobre la estructura del oficialismo –y contra su propio video con una copa al volante–, Víctor Curvino se quedó con el premio mayor. ¿Mensaje para la sociedad? ¿Rebeldía del votante? ¿Indiferencia total? Las interpretaciones sobran, pero lo cierto es que el defensor reelecto salió con un discurso más revanchista que conciliador.
En el repaso, Tórtolo y Gómez también analizaron cómo quedaron parados el resto de los candidatos: Jacinto D’Angelo, María Mancuello, Marcelo Iriarte, Santiago Juliá y Miriam Castellino, en ese orden, con algunos más enteros que otros tras los resultados.
Y como en todo buen partido de ajedrez local, ahora viene el pospartido: ¿Habrá juicio político contra Curvino? ¿Avilés lo blindará desde las sombras? ¿O el escándalo se diluirá en dos semanas y todos a otra cosa, como suele pasar en este tablero?
La siesta sigue, el mate también. Pero en esta Villa, el jaque mate lo define siempre el que mueve las piezas desde el fondo.