Fuente: Télam
El presidente Vladimir Putin prometió hoy castigar la “traición” del jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien asegura haber tomado un centro militar fronterizo en una sublevación de imprevisibles consecuencias para el éxito de la invasión a Ucrania y hasta la posibilidad de instalar una “guerra civil” en Rusia, según el líder del Kremlin.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aprovechó de inmediato para calificar el enfrentamiento en Putin y Prigozhin como una muestra de la “debilidad” de Rusia, sumida en “el mal y el caos”.
“La debilidad de Rusia es evidente. Una debilidad total”, señaló Zelenski en un mensaje en redes sociales en el que estimó que “Ucrania es capaz de proteger a Europa de una contaminación del mal y el caos ruso”.
Con la misma prisa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunció pasado el mediodía en Moscú que Putin se encontraba en su despacho trabajando.
“El presidente trabaja en el Kremlin”, dijo Peskov, citado por la agencia estatal Ria Novosti, que le había preguntado acerca de rumores divulgados en redes sociales que afirmaban que había abandonado la capital rusa a causa del motín.
Además, Putin recibió este sábado el “pleno apoyo” de su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, durante una conversación telefónica en la que ambos líderes hablaron sobre la situación.
Durante su llamada con Erdogan, que en 2016 fue objeto de una intentona golpista, Putin “dio informaciones sobre la situación en el país en relación con una tentativa de rebelión armada”, indicó el Kremlin en un comunicado, citó la agencia de noticias AFP.
El presidente turco “expresó su pleno apoyo a las medidas tomadas” por Putin, agregó el texto oficial.
En otro orden, el hombre fuerte de Chechenia, Ramzan Kadirov, anunció este sábado que envió a sus hombres a “zonas de tensión” en Rusia, en referencia a la sublegación de Wagner.
“Combatientes del Ministerio de Defensa y de la Guardia Nacional chechena ya se desplazaron a las zonas de tensión”, dijo en Telegram Kadirov, estrecho aliado de Putin. “La rebelión debe ser sofocada (…) ¡estamos listos!”, agregó.
La nueva situación planteada por la acción rebelde originó consultas hoy entre los ministros de Relaciones Exteriores del G7, anunció el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, sin revelar en principio el contenido de las conversaciones.
Desde Kiev también surgió una reacción de la viceministra de Defensa, Ganna Maliar, quien consideró que la lucha interna de las fuerzas rusas representan “una ventana de oportunidad” para Ucrania.
“Luchan contra nosotros pero se autodestruyen”, dijo Maliar en Telegram. “¿Qué significa eso para nosotros? Una ventana de oportunidad”, añadió, asegurando que Ucrania continúa su trabajo por la “victoria”.
Más temprano, Putin dio un mensaje al país para fustigar la actitud del grupo rebelde, cuya rebelión contra el mando militar ruso significa una “amenaza mortal” y el riesgo de “guerra civil” para el país en pleno conflicto con Ucrania.
Con traje y corbata negros, semblante serio y tono marcial, el mandatario ruso se dirigió, sin nombrarlo explícitamente, a Prigozhin: “Es una puñalada por la espalda para nuestro país y nuestro pueblo”, declaró durante un discurso dirigido a la nación.
“A lo que nos enfrentamos es exactamente a una traición. Una traición provocada por la ambición desmesurada y los intereses personales” de Prigozhin, agregó.
Previamente, el jefe de Wagner anunció la toma del cuartel general del ejército ruso en Rostov, centro neurálgico de las operaciones en Ucrania, y aseguró que controla varias instalaciones militares.
El jefe de la milicia Wagner, clave en la ofensiva militar rusa en Ucrania, afirmó que ingresó a Rusia con sus tropas para deponer al mando militar ruso, y que él y sus 25.000 hombres están “listos para morir” en su cometido.
“Todos nosotros estamos listos para morir. Todos los 25.000 y luego otros 25.000”, recalcó Prigozhin por la red de mensajería Telegram. “Estamos muriendo por el pueblo ruso, que debe ser liberado de quienes bombardean a la población civil”.
El jefe paramilitar juró en un video divulgado en Telegram “llegar hasta el final” en su campaña contra el mando militar ruso y que sus fuerzas traspasaron la frontera rusa por la región sureña de Rostov.
En su discurso, Putin reconoció que la situación en Rostov era “difícil”, según consignó la agencia de noticias francesa AFP.
En respuesta a la rebelión, la fiscalía general rusa anunció la apertura de una investigación por “motín armado” contra el grupo paramilitar, cuyos efectivos se sublevaron tras acusar al Ejército ruso de haber bombardeado sus bases.
Entretanto, las autoridades reforzaron las medidas de seguridad en la capital Moscú, donde se instauró un “régimen de operación antiterrorista”, consecuencia directa de la amenaza de Prigozhin.
Según la agencia de prensa estatal bielorrusa Belta, Putin llamó por teléfono este sábado a su homólogo bielorruso Alexander Lukashenko, un aliado cercano, para informarle “de la situación en Rusia”.
Los responsables de la ocupación rusa en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk (este) de Zaporiyia y Jerson (sur) expresaron hoy que sus territorios están “con el presidente” Putin.
En varios mensajes de audio transmitidos el jueves, el jefe de Wagner había afirmado que unos bombardeos rusos causaron un “gran número de víctimas” entre sus filas y rechazó que busque un “golpe de Estado” tras exhortar a la sublevación contra el Estado mayor ruso y aclaró que se refería a una “marcha por la justicia”.
Las fuerzas de seguridad rusas, el FSB, llamaron a los combatientes de Wagner a detener a su jefe, mientras que un influyente general ruso, Serguei Surovikin, instó a los milicianos de Wagner a renunciar a su revuelta, indicó la agencia de noticias DPA.
El patriarca Kirill, jefe de la Iglesia ortodoxa de Rusia y aliado de Putin, llamó hoy a la “unidad” ante los “intentos de sembrar la discordia”, en plena rebelión armada del grupo paramilitar Wagner.
Estas tensiones internas rusas se dan en plena contraofensiva de las tropas ucranianas para reconquistar territorios tomados por Rusia desde el inicio de la intervención militar en febrero de 2022.