El Presidente cerró su visita con un acto en el Parque Sarmiento, donde cuestionó los audios de la causa Discapacidad, cargó contra Cristina Kirchner y Juan Schiaretti, y arengó a la militancia libertaria en medio de la crisis económica.
El presidente Javier Milei encabezó este viernes un acto en el Parque Sarmiento de Córdoba, donde pidió a sus seguidores “no aflojar” frente a lo que calificó como “operetas armadas con actores pagos para manchar nuestro honor”. El discurso cerró una intensa jornada en la provincia, que incluyó su paso por la Bolsa de Comercio local.
En el escenario estuvo acompañado por su hermana Karina Milei, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el titular de la Cámara de Diputados Martín Menem, el legislador cordobés Gabriel Bornoroni y el candidato a diputado nacional Gonzalo Roca, entre otros referentes libertarios.
Con las escalinatas del Coniferal como telón de fondo, Milei desestimó las acusaciones por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). “Son chimentos de peluquería e inteligencia artificial”, ironizó sobre los audios filtrados que involucran a dirigentes de su espacio.
También cargó contra la oposición. Apuntó al exgobernador Juan Schiaretti por sus propuestas fiscales y definió al kirchnerismo como “el partido del Estado”, al que acusó de querer “romper el modelo liberal porque saben que si funciona ellos quedan sin trabajo”.
“Dicen que la gente no llega a fin de mes; bueno, hoy hay seis millones de argentinos que comen cuando antes no lo hacían. Le devolvimos la comida a seis millones de argentinos”, exclamó en defensa de su gestión económica.
El jefe de Estado también arremetió contra Cristina Fernández de Kirchner, a quien volvió a calificar como “la chorra de la tobillera”, y vinculó los gestos de campaña del kirchnerismo con las causas judiciales pendientes de la expresidenta.
En el tramo final, Milei buscó levantar el ánimo de sus seguidores tras los reveses electorales recientes: “No nos podemos resignar, nosotros somos la fuerza de la esperanza. Claro que se puede, vamos carajo”.
La jornada estuvo marcada por tensión en las inmediaciones de la Plaza España, donde se registraron incidentes entre militantes libertarios y manifestantes de partidos de izquierda antes del arribo del Presidente.
