El presidente del Concejo de Representantes, Walter Gispert, presentó un proyecto que apunta a que el municipio disponga de una tarjeta de crédito corporativa a los fines, en una primera etapa, poder financiar mediante este sistema la compra de pasajes.
Los ‘plásticos’ estarían a nombre del intendente, el titular del cuerpo legislativo y el del tribunal de Cuentas.
“Las ordenanzas que establecen formas de pago por parte de la municipalidad son bastante antiguas. En la última década ha empezado un proceso de bancarización muy fuerte en la Argentina que tiene como objetivo evitar la evasión, y por otro lado permite la cuestión de la seguridad.
Muchos estados municipales no se han sumado a esta modernización de estas nuevas formas de consumo, y se da que en varios casos es más barato comprar con tarjetas de crédito que en efectivo, por las ofertas que distintos comercios llevan adelante como propaganda o políticas de venta. Hoy el Estado municipal no está en condiciones de aprovechar esas ofertas”, explicó.
Por esta razón, propuso que se habilite el uso de una tarjeta de crédito corporativa “en principio para el transporte, que es lo más visible”.
“Si uno hoy saca un pasaje aéreo en forma directo, el monto en muchos casos es más del 50 % que si lo hace en forma previa y con tarjeta de crédito. Esto nos tiene que hacer reflexionar. El Estado gasta más pudiendo gastar menos”, remarcó.
Aclaró que esta tarjeta de crédito corporativa del municipio estará “a nombre del intendente, presidente del Concejo y del tribunal de Cuentas, y podrá ser utilizada bajo la responsabilidad de estas personas”.
“Por ahora únicamente para el tema transporte porque hay que hacer experiencia y hay mucha resistencia al cambio. Pero tenemos que avanzar hasta con una tarjeta de débito”, apuntó.
Y puso como ejemplo que, “cuando algún funcionario tiene que viajar le dan dinero en efectivo para los gastos. Esto tiene un problema que es la seguridad, cuando hay sistemas que permiten que cuando alguien viaja no tenga dinero encima”.
Sostuvo, además, que “no hay leyes que prohíban” la utilización de tarjetas de crédito por parte del municipio.
“Se dice que no se puede pero no hay ningún instrumento claro que no lo permita”, insistió.
Expresó que el proyecto es “no es más amplio a los fines de romper mitos y poner en debate estas cuestiones”.
Por último, confió en que el proceso deberá seguir avanzando para aggiornarse a los nuevos tiempos. “Si el municipio tiene que comprar una heladera para una guardería, en muchos casos es más barata comprarla con tarjeta en 12 cuotas que en efectivo. ¿Por qué el Estado no puede tener ese beneficio? Simplemente por la intención de no cambiar y no estar ordenado”, cerró.