El barrio Santa Rita sueña con un centro cultural

Por Valeria Flesia

centro-vecinal-santa-ritaLa nueva comisión directiva del Centro Vecinal Santa Rita asumió el 5 de agosto de 2016. A primera vista se podría decir que es una institución con todo lo que se podría desear ya que cuenta con una sede muy importante sobre calle Medrano inaugurada en el 2010 con gran cantidad de actividades convocantes.

Sin embargo, el nuevo presidente, Pablo Román, indicó que desde su asunción tuvieron que dedicarse firmemente a la puesta a punto institucional del centro vecinal que se había ido vaciando de participación: “El presidente anterior había quedado muy solo por distintas circunstancias que hicieron que los integrantes de la Comisión se fueran alejando. Esto retrasó distintas instancias institucionales importantes que tenemos que poner al día mientras el Centro Vecinal sigue trabajando. Para poner un ejemplo, el salón no contaba con la habilitación de Bomberos desde hacía varios años y es un trámite sumamente importante para poder brindar las condiciones de seguridad indispensables a los vecinos, hoy ya lo hemos concluido pero así como eso tenemos otras gestiones que llevan más tiempo y que continuamos haciendo para que quede todo en orden”.

Con respecto a la presencia del Centro Vecinal en el barrio, Pablo cuenta que se está llevando adelante un proyecto muy importante que formaba parte de la propuesta de esta comisión antes de asumir. Se trata de que la sede y sus dependencias funcionen como un centro cultural que concentre distintos eventos relacionados con los intereses de los habitantes del barrio.

La propuesta que surgió en primer lugar para comenzar a perfilar este centro cultural fue el armado de una biblioteca para lo que se comenzó a recorrer el barrio pidiendo donaciones de libros. “El tema de las donaciones nos permitió otra parte muy importante del proyecto ya que, pensamos que para poder llevarlo adelante, lo primero que teníamos que hacer era conocer mejor a la gente de nuestro barrio. Saber de dónde venían, cuánto tiempo hace que son vecinos, cuáles son sus intereses, cuáles son las actividades que les gustaría poder realizar en el Centro Vecinal”.

“Al mismo tiempo, un grupo de adultos mayores que participaban de un Taller de Memoria que se realizaba en la sede presentaron una nota ofreciendo su colaboración para la conformación de la biblioteca y de las actividades que puedan realizarse allí: rondas de lectura, talleres literarios, narradores y tantas cosas. Se trata de un grupo de vecinos mayores con muchas inquietudes que se sumaron al proyecto de la biblioteca y pronto llegaron las primeras donaciones”, señaló.

La biblioteca en el Centro Vecinal Santa Rita ya está funcionando con llegada de las primeras obras y todavía no tiene nombre. Asimismo, Pablo destaca que se sumó la ayuda del Club Solidario ‘De Mano en Mano’ que está sirviendo de nexo con otras organizaciones para motivar las donaciones.

El club solidario se presenta como “una red de personas de buena voluntad y ganas de accionar para gestionar entre instituciones y personas con necesidades de diferentes índoles y establecer un vínculo entre las necesidades de unos y las soluciones que pueden aportar otros sectores, ya sea a corto, mediano o largo plazo en sus diferentes formas en la búsqueda incansable de la equidad y justicia social. Porque las carencias de algunos se trasforman en las nuestras como sociedad. Por eso estamos para tender lazos unirnos y ayudarnos”.

Según cuenta el presidente del centro vecinal, el club llegó a colaborar de manera desinteresada y ya están gestionando reuniones con los colegios del barrio y otras instituciones para que funcionen como centros de acopio de las donaciones de libros.

 

Mucho por hacer

Pablo Román destaca que sus acciones al frente del centro vecinal comenzaron con mucho por hacer tanto en la parte interna de la institución como en aquello que los vecinos necesitan: “Hace poco organizamos un evento solidario por Brian, un niño que padece una grave enfermedad y cuya mamá necesitaba ayuda y logramos muchos aportes. Se recaudaron 22 mil pesos para esa mamá y fue una convocatoria muy importante. Eso nos da fuerzas para continuar con la idea que tuvimos al asumir, la de contagiar el espíritu participativo en esta época en que todos sabemos que existe una crisis de participación. Nos queda muchísimo porque hay cosas que llevan su tiempo, por ejemplo, ordenar el tema de la personería jurídica del centro vecinal, también encaramos arreglos imprescindibles como las veredas, los interiores, necesitamos urgentemente construir un depósito para poder guardar elementos y dar más aire a los salones. En este momento tenemos de ocho a diez talleres funcionando de diferentes disciplinas, todos con una muy buena asistencia de vecinos y siempre hay propuestas de algo más”.

El sueño del centro cultural ya está en marcha, la biblioteca va tomando forma en la sede de Medrano y las puertas están abiertas para la participación y las ideas de los vecinos.

 

Nota correspondiente a la edición n° 438 del semanario La Jornada, del 16 de octubre de 2016.

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