Conmoción mundial por la muerte del papa Francisco: Villa Carlos Paz y San Antonio evocaron su paso histórico

El papa Francisco, primer pontífice argentino y latinoamericano de la historia, falleció el lunes 21 de abril en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años, debido a un colapso cardiovascular irreversible y una apoplejía cerebral. La noticia, confirmada por la Oficina de Prensa del Vaticano, conmocionó al mundo entero y dio inicio a una sentida despedida que atravesó fronteras, credos y culturas.

Tras su muerte, el cuerpo fue trasladado en solemne procesión hasta la Basílica de San Pedro. Desde ese momento, miles de fieles se acercaron a rendir homenaje. Según cifras oficiales, más de 250.000 personas participaron de las ceremonias de despedida en Roma, en un clima de profunda emoción y recogimiento.

La misa funeral se celebró el sábado en la Plaza de San Pedro y fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. El acto reunió a líderes políticos y representantes de todo el mundo, entre ellos el rey Felipe VI de España, el presidente argentino Javier Milei, Emmanuel Macron de Francia, el presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Durante la homilía, se recordó a Francisco como “un Papa con el corazón abierto hacia todos”, subrayando su opción preferencial por los pobres, su defensa de los migrantes y su permanente llamado a la paz.

Tras la emotiva ceremonia, el cortejo fúnebre avanzó hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde el pontífice fue sepultado en cumplimiento de su último deseo. Allí, bajo una lápida sencilla que lleva la inscripción “Franciscus”, reposan sus restos, sellando una vida consagrada al servicio y la fraternidad.

En Villa Carlos Paz, el Concejo de Representantes aprobó en la sesión del jueves pasado por unanimidad un decreto de reconocimiento al papa Francisco, destacando su defensa de los derechos humanos, la justicia social y el cuidado del ambiente. La resolución también recordó el paso de Bergoglio por la ciudad, cuando visitó la estancia jesuítica de La Quinta en su época de seminarista y luego como formador de jóvenes sacerdotes, dejando una huella imborrable en la memoria local.

Por su parte, la comunidad de San Antonio de Arredondo despidió con emoción al pontífice, evocando su histórica visita de 2012, en ocasión del 38º Encuentro Nacional de Santuarios. Durante aquel encuentro, el entonces arzobispo de Buenos Aires compartió momentos de oración y cercanía, dejando mensajes de humildad que hoy cobran renovado valor. “El verdadero poder es el servicio. Hay que cuidar a las personas con amor”, afirmó en aquella oportunidad, en sintonía con los valores que marcaron su vida y su pontificado.

Hoy el mundo despide a un líder espiritual inmenso, pero para nosotros, los argentinos, es mucho más que eso. Se va un hombre sencillo, profundo, cercano… alguien que nos habló con el corazón y nos enseñó a mirar al otro con amor y compasión.

Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, nos inspiró a soñar con un mundo más justo, a cuidar la casa común y a no anestesiarnos frente al dolor ajeno.

Nos queda el orgullo inmenso de haber tenido un Papa argentino. Y una tristeza profunda por su partida.

Nota correspondiente a la edición n° 610 del periódico La Jornada, del 30 de abril de 2025.

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