Residentes y localidades del sur de Punilla enfrentan cortes e irregularidades en el suministro de agua, mientras el municipio atribuye los problemas a crecidas y consumo elevado.
La falta de agua y la disminución de presión en el suministro han generado críticas en Villa Carlos Paz y las localidades del sur de Punilla que dependen de su provisión. Desde el sábado, numerosos vecinos han denunciado la ausencia total del recurso o un servicio intermitente. En otros casos advierten por un aumento en la turbiedad lo que genera dudas sobre su calidad.
Una residente de un edificio céntrico expresó su frustración por la falta de soluciones efectivas tras reiterados reclamos al municipio. “Pedimos un camión cisterna el sábado y nos dijeron que tengamos paciencia. Cuando finalmente llegó, el domingo a la noche, no pudieron llenar el tanque porque no alcanzaba la manguera hasta el tanque ni la escalera al techo. Es insólito, nuestro edificio solo tiene tres pisos. Esta situación ya lleva cuatro días y no tenemos agua ni para lo básico”, afirmó.
Según el municipio, la situación se originó por las recientes crecidas del río San Antonio, que afectaron la capacidad de la Planta Potabilizadora de Cuesta Blanca para procesar el caudal necesario. Esto se sumaría a algunas roturas en caños que agravan el problema.
En un comunicado, la Subsecretaría de Agua y Saneamiento explicó que la planta está trabajando al máximo para garantizar condiciones óptimas de distribución y llamó a los vecinos a priorizar el uso racional del recurso.
Las recomendaciones incluyen evitar llenar piletas, no regar parques y jardines y no lavar autos ni veredas.
El municipio enfatizó que el agua debe destinarse exclusivamente al consumo humano y animal. Para consultas, habilitaron el número de WhatsApp 3541 528314, disponible las 24 horas.
Mientras tanto, el malestar crece entre los vecinos, quienes cuestionan la capacidad del municipio para gestionar una situación crítica en plena temporada alta.
Extraoficialmente trascendió que el municipio decidió priorizar la provisión a hoteles, en un intento por mitigar el impacto de este problema en el turismo.