El seleccionado fue superior pero falló opciones claras, algunas increíbles, en los 90 reglametarios. En los penales, en una definición infartante, Tevez no falló y el equipo de Martino pasó la llave de cuartos y espera por Paraguay o Brasil.
El delantero Carlos Tevez, quien había fallado en el tiro decisivo cuatro años atrás con Uruguay en Argentina, se tomó revancha y convirtió el penal que le dio la clasificación al conjunto dirigido por Gerardo Martino, que sigue soñando con cortar una racha de 22 años sin ganar títulos.
El conjunto nacional se cruzará con el ganador de la llave entre Brasil y Paraguay, que chocarán mañana en Concepción.
Argentina sufrió inmerecidamente para pasar y tuvo que llegar a la última instancia para superar a un rival que fue ampliamente inferior, sobre todo en el primer tiempo donde el arquero David Ospina fue la figura indiscutida.
Además, la albiceleste tuvo dos oportunidades de liquidar la serie pero fallaron Lucas Biglia y Marcos Rojo en los penales.
En un partido caliente, áspero, con pierna fuerte que no fue comandado a la altura, ya que el árbitro mexicano Robero García Orozco demostró las razones por las que Martino estaba preocupado en la previa.
Fue tal el fastidio del banco argentino que Jorge Pautasso, principal ayudante de Martino, fue expulsado y protagonizó un fuerte cruce con el banco de suplentes colombiano.
Argentina jugó el mejor tiempo de esta Copa América ante un rival al que superó ampliamente desde el primer minuto de juego. La propuesta fue la misma de los partidos anteriores pero se valora más por los jugadores que tenía enfrente, que quedaron minimizados ante la superioridad del equipo argentino.
Colombia se armó a la medida del equipo de Gerardo Martino porque los cuatro defensores no cruzaron la mitad de cancha. Los zagueros estuvieron atentos a las acciones de Sergio Agüero, Camilo Zuñiga a las trepadas de Angel Di María y Santiago Arias, con el perfil cambiado, siguió a Lionel Messi por todos los sectores como una estampilla. Lo mismo con el mediocampo y hasta Teófilo Gutiérrez en lo poco que estuvo en cancha.
El director técnico argentino José Néstor Pekerman observó que el equipo nacional tenía la salida muy clara y espacios en la mitad de cancha por lo que decidió el ingreso de Edwin Cardona en lugar del, hasta el momento, futbolista de River Plate, apenas a los 20 minutos de juego.
La variante no generó nada en el trámite del encuentro que siguió siendo con predominio absoluto de la ‘albiceleste’ en todos los sectores del campo de juego. En la defensa, Nicolás Otamendi anuló a Jackson Martínez, el elegido de Pekerman para dejar en el banco de suplentes al capitán Radamel Falcao García. Entre Lucas Biglia y Javier Mascherano se encargaron de bloquear cualquier intento de un fastidioso James Rodríguez. Y arriba volvió a mostrar un gran potencial con Di María, Javier Pastore, Messi y Agüero pero se topó con la muralla que construyó David Ospina.
El arquero colombiano fue el principal responsable de mantener la valla invicta de su equipo durante el primer tiempo. La primera que sacó fue a Pastore al primer palo pero la mejor y más espectacular fue una doble tapada a los 25 minutos. Primero ante un remate del ‘Kun’ cuando ya estaba pasado y después reaccionó increíblemente para sacar un cabezazo de Messi que ya tenía destino de red. Hasta atajó las que sus compañeros querían meter en contra como cuando Zapata intentó rechazar uno de los tantos centros rasantes del ‘Fideo’ por izquierda.
Colombia pidió a gritos el entretiempo. Necesitó un cachetazo de Pekerman en el vestuario para salir un poco más confiado y concentrado para la parte final. Si bien siguió tomando sus recaudos defensivos, se paró unos metros más adelante y desactivó la línea de seis hombres con la que terminó el primer período.
Igualmente, la cuenta pendiente del equipo cafetero fue el ataque. Por izquierda se topó con el carril clausurado por Pablo Zabaleta, mientras que del otro lado, con buenas y malas, estaba Marcos Rojo. La primera exigida de Sergio Romero fue a los 21 minutos de la segunda parte tras un cabezazo de Martínez desde un córner enviado desde la izquierda.
Y tal como sucedió en todo el certamen, Argentina se cayó en el segundo tiempo. Pastore no fue incisivo, Messi se cerró al medio donde más piernas colombianas había y Di María ya no gravitó por la izquierda. El más perjudicado del circuito de ataque fue Agüero, quien fue elegido como el primer cambio para la entrada de Carlos Tevez.
Argentina se volvió a meter en el partido a diez minutos del final. Banega, quien reemplazó a Pastore, en la primera que tuvo sacó un remate muy potente que se fue apenas por arriba del travesaño que incluyó llegó a besar la pelota e inmediatamente primero Ospina y después el palo ahogó el grito de gol tras el cabezazo de Garay.
Ya sobre el final, el equipo del ‘Tata’, que como última variante le dio la posibilidad a Lavezzi, tuvo otra jugada de riesgo en los pies de Tevez, quien definió sobre Ospina pero la pelota fue salvada en la línea por Murillo.
El conjunto nacional, que no obtiene un título de mayores desde Ecuador 1993, tropezó con la misma piedra durante el todo el certamen dado que fue dominador absoluto en todos los primeros tiempos pero por merma física nunca pudo sostener el nivel.
A esto hay que sumarle la escasa efectividad que tuvo el equipo en los tres partidos que no tiene relación con las innumerables ocasiones generadas ni con los grandes atacantes argentinos que se cansaron de romper redes durante toda la temporada.
Télam