El barrio todavía no se recupera de la tragedia que se llevó la vida de una mujer, dejó decenas de heridos y destruyó viviendas.
Durante el anochecer del jueves 6 de noviembre de 2014 una fuerte explosión de la planta Raponi Industrial Química hizo vibrar a los vecinos de Alta Córdoba, provocando víctimas, heridos y la destrucción severa de muchas viviendas de la zona.
El estallido se generó en el depósito de Raponi, cercano a la esquina de las calles Góngora y Avellaneda.
El episodio provocó la inmediata disputa entre laMunicipalidad de Córdoba y el Gobierno Provincial, quien se acusaron responsabilidades mutuamente, primero por la habilitación o no del depósito, y más tarde por la demora de la reparación de las viviendas afectadas.
Meses después de la tragedia, muchos vecinosdenunciaron haber sido abandonados por el Estado, al convivir no sólo con las secuelas psicológicas de la tragedia sino también materiales.
El responsable de la industria, Sergio Raponi, fue imputado por “estrago doloso calificado por el resultado mortal”.
Como consecuencia de la explosión, perdió la vida María Angélica Cueto, de 65 años. Mientras que otras personas resultaron gravemente heridas.
Pablo Amaya (16) fue uno de las víctimas cuya vida corrió peligro. Se encontraba en la entrada de su casa junto a su hermano cuando la onda expansiva lo derribó y su cabeza golpeó bruscamente contra un cantero.
Fue trasladado por una ambulancia del servicio 107 hasta el Hospital de Urgencias. Al recibirlo, los médicos constataron su preocupante estado al presentar graves traumatismos en su cráneo, tórax y abdomen. Sin embargo, luego de una serie de intervenciones quirúrgicas lograron salvarle la vida. Un mes después, Pablo pudo salir caminando del nosocomio.
Sin embargo, afirma continuar medicado y continúa sometiéndose a estudios médicos para evaluar su proceso de recuperación.
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