Por Alejandro Gómez
Montada sobre la estructura del municipio, Carlos Paz Unido lleva adelante una campaña proselitista que se diseñó hace varios meses, cuando Esteban Avilés tuvo la certeza que no tenía más alternativa que presentarse nuevamente como candidato, ante la más que negativa percepción de la gestión de su amigo, Daniel Gómez Gesteira.
El primer eslabón de ese plan fue el programa VCP Ilumina que surgió para intentar contrarrestar el ‘costo político’ que generó la ordenanza aprobada contrariando la opinión de los vecinos en una histórica audiencia pública y que delegaba en los frentistas, el 100% del costo de las obras de alumbrado público.
La inauguración por tramos de la colocación de luces led (desde octubre hay un acto cada dos semanas aproximadamente) se pensó con dos fines: por un lado, una especie de ‘gira de despedida’ de Gómez Gesteira para que reciba algunos aplausos en un contexto controlado y por otro, plafón de campaña para Avilés.
Tan es así que el candidato a intendente participa de la mayoría de los actos, sin ostentar ningún cargo que amerite el rol que se le asigna, ni aun cuando todavía era presidente de la Agencia Córdoba Turismo.
¿En calidad de qué aparece en todas las fotos entregando diplomas en nombre del municipio?
Aunque parece una obviedad, hay que decirlo. Por más que para todos sea claro que quien gobernó la ciudad en los últimos cuatros años (por WhatsApp) fue él, no tiene ninguna vinculación formal con el municipio.
En la última semana, su presencia proselitista se hizo visible en otras obras públicas encaradas por el municipio en campaña (foto).
Las gacetillas oficiales ya parecen el álbum de figuritas de Avilés.
Y esas imágenes son replicadas por un conglomerado mediático que Carlos Paz Unido supo disciplinar y moldear a su antojo con el casi infalible método de premios y castigos.
A esta altura los líderes de la autodenominada Gestión Comunitaria son campeones mundiales en confundir gobierno con partido político.
Y está muy bien que Avilés sea candidato, como cualquier vecino que cumpla con los requisitos, pero lo que no está bien es que la campaña se monte sobre la estructura que sostiene el municipio y que pagamos todos.
Pero bueno, ya lo hicieron en 2019, cuando le inventaron a Gómez Gesteira un cargo solo con el objetivo de tener algún burdo pretexto para que salga en todas las fotos y levantar su imagen como candidato.
‘No somos un partido político, sino que representamos a la sociedad de Carlos Paz y vamos a defender lo que quieren los carlospacenses’, dijo Avilés recientemente en el lanzamiento de su campaña.
En rigor de verdad, es cierto. CPU no existe como partido político más allá del abrazo contenedor de los sueldos que ofrece el municipio.
Su ‘militancia’ hay que buscarla en la planta de personal. Sobre todo, en los más precarizados, becados y contratados, que son ‘gentilmente invitados’ a ofrecer su tiempo al proyecto avilesista.
Lo que sería saludable es que alguno de los tantos que le rinden pleitesía, le avise a Avilés que no nació de un repollo, políticamente hablando.
Es un dirigente que está en campaña para la intendencia, y hacerla de manera tan grosera con dineros que pagamos todos, no se corresponde con una persona honesta y transparente como se autopercibe.
Mientras tanto, asistimos a un verdadero despliegue carente de toda vergüenza.
Nota correspondiente a la edición n° 589 del periódico La Jornada, del 24 de mayo de 2023.