Por Evelina Ramírez
La noche del viernes 28 de octubre Adriana Arrieta (42) volvía de tomar sus clases de folclore en el Centro Vecinal. Esperó que el semáforo de Av. Cárcano y Gambartes se ponga en rojo para poder cruzar caminando. Así lo hizo.
Ese fue el instante donde fue embestida por un vehículo conducido por Franco Martín Reyna. El parte policial detalla que el hombre, de 30 años y oriundo de la ciudad de Córdoba, presentaba halitosis alcohólica.
Producto de las lesiones, Adriana fue trasladada primero al hospital Gumersindo Sayago y luego derivada al hospital San Roque de Córdoba capital, donde permanece internada en estado crítico. El conductor, en tanto, está imputado y detenido por lesiones graves con dolo eventual.
El accidente, uno más en el larguísimo y fatídico historial de la Cárcano, movilizó a las y los vecinos del Sur de la ciudad que buscan alguna reacción por parte de las autoridades. En este sentido, desde el centro vecinal hicieron mención de las notas presentadas tanto ante el intendente Daniel Gómez Gesteira como ante el Concejo de Representantes planteando la problemática del sector, sin ninguna respuesta.
“Cuando se hizo el ensanche de la Cárcano hicimos un corte de ruta histórico. Desde el año 2007 venimos con estos reclamos. Falta sincronización de los semáforos e inspectores. La gente pasa en rojo y es irrespetuosa porque no hay nadie que los controle”, dijo Roberto Falcón, presidente del Centro Vecinal de Sol y Río, ante los micrófonos de VillaNos Radio.
Los sábados 29 de octubre y 5 de noviembre hubo corte de media calzada de la avenida Cárcano para darle visibilidad al reclamo. “Esto es una muestra más de lo que es la ausencia del Estado. Cuando no existe el Estado pasan accidentes y los vecinos tienen que salir a cortar la calle. Somos vecinos de la zona sur y tenemos la misma problemática. Tenemos nuestros muertos sobre la avenida Cárcano en calle Filipinas. Venimos pidiendo un reductor de velocidad hace mucho tiempo cosa que tampoco sucede”, recordó Fernando Revello, presidente del barrio Las Rosas Centro.
En las manifestaciones también se reclamó la renuncia del director de Seguridad VCP, Roberto Giménez, y pidieron la presencia del intendente Daniel Gómez Gesteira en el barrio. Los vecinos atribuyen en gran parte la peligrosidad de la Cárcano a la ausencia de las obras complementarias previstas en el proyecto original de la ampliación de la avenida (ver recuadro aparte).
A eso se suman reclamos que datan desde hace años, como la falta de sincronización de los semáforos. Carolina Fava vive desde el ’93 en la esquina de Cárcano y Gambartes. Recordó que en el año 2017 cuando se hizo la automatización de los semáforos, los primeros en tener un accidente en esa misma esquina fueron sus padres.
“En ese momento juntamos más de 500 firmas pidiendo al municipio que por favor vean la forma para que los autos pasen más despacio y sincronizaran los semáforos correctamente. Nunca se hizo nada. Hubo un montón de cartas de parte del centro vecinal. Sinceramente la situación es insostenible y los vecinos están muy cansados. La gente está muy enojada, porque ya no damos más”, expresó.
Carlos Paz Despierta reclamó un plan de contingencias
El concejal Daniel Ribetti (Carlos Paz Despierta) ingresó un proyecto de resolución solicitando la elaboración de “un plan de contingencias para reducir los índices de accidentología vial del tramo de la Av. Cárcano, comprendido desde el comienzo de la misma, en el límite con el municipio de San Antonio, hasta su intersección con la calle Intendente Juan García, realizado por personal idóneo, evaluando las diferentes soluciones a corto, mediano y largo plazo”.
En los fundamentos, Ribetti realizó un extenso y pormenorizado racconto de la problemática que envuelve a la avenida Cárcano, tomando como base el posicionamiento de los vecinos desde que la obra de ampliación quedó inconclusa. Además, enumeró la enorme cantidad de accidentes ocurridos sobre la peligrosa avenida.
Ribetti planteó, además, el “desinterés absoluto” demostrado por el oficialismo luego de las dos asambleas realizadas por los vecinos y a las que fueron invitados integrantes del gobierno, aunque no asistieron.
En el proyecto de resolución se le pedía al intendente que gestione ante la Dirección Provincial de Vialidad “las autorizaciones previas de obras y la supervisión para intervenir en la Av. Cárcano de manera urgente para el desarrollo de las obras complementarias necesarias para resguardar la vida de los vecinos en ese sector”.
También se solicitaba la instalación de “líneas auxiliares para reducción de velocidad con su correspondiente señalización vertical, en la Av. Cárcano en los sectores que determine necesario de acuerdo a la casuística de hechos viales”.
Como si nada hubiera ocurrido, el oficialismo votó por el pase a comisión del proyecto que, en los hechos, significa un rechazo a la propuesta.
Un repaso por la historia de esta obra inconclusa
El 19 de mayo del año 2000, el gobierno provincial y el gobierno municipal firmaron un convenio por medio del cual se comprometían a emprender la obra de “ensanche y repavimentación de la ruta provincial 14-tramo avenida Cárcano de Villa Carlos Paz y San Antonio”. El documento fue suscripto por el entonces gobernador José Manuel De la Sota, el ministro de Obras Públicas, Carlos Caserio y el intendente Gustavo Dellamaggiore.
Según especifica el proyecto, la obra vial tenía por objetivo “ordenar el tránsito y brindar un espacio urbano más seguro, a la vez que disminuir los impactos que se presentan por congestionamiento de la misma en épocas de turismo”.
El documento establecía que los trabajos de “ejecución de cordones cuneta, dársenas, obras de seguridad, intersecciones, obras de drenajes y semaforización” estarían a cargo de la municipalidad de Villa Carlos Paz; mientras que la “aprobación del proyecto, Ejecución del Ensanche y repavimentación de la Ruta Provincial Nº 14”, correría por cuenta de la Dirección Provincial de Vialidad.
Asimismo, en la cláusula segunda se detalla que el diseño y presentación del proyecto de obra será elaborado por el municipio de Villa Carlos Paz, y que la aprobación del mismo será competencia de la provincia.
En tanto, en la cláusula cuarta se especifica que la liberación de la traza será responsabilidad del municipio de Villa Carlos Paz. “A los fines del desarrollo y ejecución de la obra, la municipalidad tomará a su costo y cargo la liberación de la traza correspondiente, obligándose a donar, sin costo cargo y libre de gravámenes, a favor de la provincia, las superficies de terrenos afectadas con motivo de la obra (…)”.
Desde la Fundación Educación Ambiente y Trabajo se han emprendido sucesivos (y reiterados) reclamos ante el municipio (Ejecutivo y Concejo), Defensoría del Pueblo (Provincial y Nacional) y Vialidad provincial. En ninguna de estas instancias se ha logrado una respuesta efectiva.
“Ya estamos cansados de todos estos accidentes. Si analizamos toda la traza de esta obra inconclusa, ya son más de 20 las personas fallecidas. Esto indica que esto es un riesgo instalado”, expresó el ingeniero Juan Carlos Paesani, referente de la organización.
El convenio se firmó en 2000, pero los trabajos comenzaron a ejecutarse en 2007 y aún no están terminados. Es decir: pasaron seis gestiones municipales: la del propio Dellamaggiore (1999-2003), dos gobiernos de Carlos Felpeto (2003-2007 y 2007-2011), dos gestiones de Esteban Avilés (2011-2015 y 2015 2019) y ahora de la Daniel Gómez Gesteira.
“Hubo y hay funcionarios en los poderes del gobierno actual y los próximos pasados que estuvieron en los cortes de los vecinos autoconvocados de la obra inconclusa e incontrolada ampliación avenida Cárcano que venimos haciendo desde 2008. Hoy en sus sitiales se olvidaron de ese oportunismo político que de forma desvergonzada burla la memoria de las víctimas. La política que burla a los ciudadanos es despreciable y tenemos muy buena memoria”, dice el ultimo comunicado difundido por los vecinos.
Al parecer, todo cambia para que nada cambie. Mientras tanto, las muertes o siniestros viales de graves consecuencias sucedidos en la avenida Cárcano siguen afectado la vida de muchas familias de nuestra ciudad. Es necesario seguir exigiendo soluciones de fondo y no meros cambios estéticos que sólo buscan conseguir votos para las próximas elecciones.
Nota correspondiente a la edición n° 583 del periódico La Jornada, del 30 de noviembre de 2022.